Casas del cerro de Nueva Prosperina, declaradas en riesgo por el Miduvi
Con dos imágenes, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), muestra el antes y el después del cerro de Nueva Prosperina, ubicado al noroeste, y junto al programa habitacional Socio Vivienda 1.
Junto al plan, en una foto de 2008, se observaba la existencia de casas en las faldas de la cima, mas no en la parte superior. Casi 5 años después, en otra toma, se aprecia que el lado superior, donde habían árboles, ahora está completamente copado por casas de caña, madera y de construcciones mixtas.
Las lluvias que se han registrado con intensidad este mes hacen más visible dicho sector periférico, pues la citada cartera de Estado atribuye a ese asentamiento, cuyo número de habitantes se desconoce, la causa de las inundaciones ocurridas hace varios días en Socio Vivienda.
Según el ente estatal, el problema se origina porque cuando hay chubascos, desde el cerro, que no cuenta con sistema de drenaje pluvial, bajan palizadas, lodo, rocas, basura y restos de materiales que colapsan el alcantarillado de la ciudadela, lo que a su vez provoca que los residentes de la urbanización se vean perjudicados.
“(Socio Vivienda) se inunda porque todo el cerro está deforestado, se vuelve una esponja y la escorrentía no es igual. Además, las cubiertas que recogen las aguas lluvias no tienen un drenaje pluvial”, denuncia Pedro Jaramillo, titular del Miduvi.
Según el funcionario, la inundación no es el único problema. En un recorrido realizado por la zona observó que hay importantes desplazamientos tectónicos. “Esto quiere decir que hay masas de tierra que se están desplazando hacia abajo. Por eso existen muchas casas viradas y con fisuras”.
Lo extraño, agrega, es que varias de esas viviendas que están en peligro cuentan con instalaciones de agua potable y con documentos que avalan sus asentamientos. “Eso significa que el Municipio de Guayaquil, de alguna manera, legalizó un asentamiento. No debió hacerlo porque era necesario estudiar el riesgo de vivir allí. Está hecho todo al revés. Tuvo que hacerse infraestructura primero. Hay tuberías de Interagua colapsadas y el suelo del cerro ya está completamente inestable”.
Así viven
Llegar hasta las viviendas del lugar, en el lado oeste de los cerros, representa una proeza para sus habitantes, debido a que las peatonales, sin pavimentar, se han convertido en zanjas por las corrientes de agua y lo que queda de terreno es resbaloso en época invernal.
Fátima Pinela, quien vive desde hace 4 años cerca de la cima del cerro de Nueva Prosperina, señala que la ayuda de las autoridades es nula y que nadie sube a dar soluciones.
El terreno donde reside -confiesa Pinela- fue tomado por ella, sin necesidad de traficantes de tierra. “Hemos escuchado que van a reubicar, pero solo a los que están legalizados. Eso no es justo, ya que estamos en peligro por las lluvias”.
Algunos vecinos consultados coinciden en que el riesgo en que permanecen algunas viviendas en las laderas del cerro es la razón por la que el Cabildo no legaliza varios predios adquiridos a supuestos dirigentes barriales.
Sandra Jaramillo, que pagó $120 por un pequeño terreno donde levantó su casa de caña guadúa, afirma que ciertos “militares” les donaron los predios.
Ella es una de las habitantes del cerro que vive en un área donde carecen de un sistema de agua potable, aunque hay zonas con letreros de las obras que ejecuta Interagua.
Las familias sin el servicio consiguen el líquido vital por medio de la lluvia y por los pocos tanqueros que suben, los cuales cobran hasta $1 por un tanque de 55 galones.
Andrea Cortés, que llegó a esta zona hace 5 meses desde Palenque, relata que un dirigente barrial, a quien identificó como “Valentín”, le regaló el terreno donde vive con 5 hijos. Ella dice que vivir allí ha resultado una “pesadilla”, tiene problemas hasta para obtener el agua que consume.
Mientras que en la parte baja de los cerros, donde se asienta el populoso sector, y en algunas zonas altas, los predios están legalizados.
Acción urgente
Para Jaramillo, la solución al problema de los habitantes del cerro es declarar al lugar en emergencia y comenzar la evacuación del lugar. Según él, se reunirá con María del Pilar Cornejo, titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) para hacer recomendaciones a los residentes. “Lo ideal sería que evacuaran esas casas, pero el problema es ¿a dónde se van?”.
El funcionario señala que el problema es muy grande, pues no se sabe cuántas viviendas hay, por lo que realizarán un censo de inmediato para reubicar a esas familias.
Jaramillo adelanta que hablará con el Presidente de la República para tomar una decisión sobre todas esas familias en situación de vulnerabilidad en Nueva Prosperina.
“(Esa reubicación) es un problema no previsto que significará también un cambio presupuestario”.
Actualmente, los habitantes del programa Socio Vivienda 1, afectados por los deslaves, han sido reubicados en otras zonas de la misma ciudadela y en el plan Ciudad Victoria.