Cambio de ambiente ya se percibe en el Salado
Las estaciones de oxigenación instaladas por el Ministerio de Ambiente (MAE) en seis puntos del estero Salado han generado cambios en los niveles de oxígeno del afluente, lo cual ha incidido en que el aroma que despide el agua ya sea casi inodoro.
Los dispositivos están ubicados de la siguiente manera: dos estaciones de 500 galones por minuto (gpm) en la parte norte del Salado, una ubicada en Las Garzas (Urdesa Norte) y otra en el Puente Ecológico (ciudadela Kennedy); y otras cuatro, con capacidad de 1.500 gpm, en los esteros Puerto Lisa (2), Las Ranas (1) y Mogollón (1).
Las de 500 gpm están operando desde julio de 2011, mientras que las de 1.500 gpm, en la zona del suburbio oeste, empezaron a funcionar entre noviembre y diciembre de 2012.
En los sectores donde las máquinas de oxigenación funcionan recientemente, los moradores afirman que el aroma del estero ha cambiado notablemente.
Betty Kaiser, de Pancho Segura y la 10, cerca del puente de la A, afirmó que pese a que el color del afluente se mantiene verdoso, no se percibe la pestilencia de otros años.
“En parte se debe a la limpieza que hace algún tiempo vinieron a hacer los del Ministerio de Ambiente y que muchas familias salieron de la orilla y se trasladaron a la Prosperina”, dijo Kaiser.
Manuel Zambrano, subsecretario de Gestión Marina y Costera del MAE, manifestó que los niveles de oxígeno disuelto (OD) han cambiado desde la intervención del MAE.
Según monitoreos recientes de esta entidad, el OD de la parte norte del Salado cambió de 0 miligramos por litro (mg/l) a fluctuar entre 1,50 y 1,70 mg/l. Mientras que en el sector del suburbio pasó de 0,43 mg/l a 2,68 mg/l.
La alta sedimentación del estero, según Zambrano, se debe a factores como construcción de viviendas, destrucción del manglar e incremento de la erosión del suelo.
“Si a esto le sumamos que los sedimentos han recibido cargas de desechos industriales y domésticos, hablamos de que en varias partes este componente está contaminado”, explicó Zambrano.
En las siguientes semanas el MAE realizará un estudio para determinar la composición y calidad de los sedimentos. Según los resultados que arroje la investigación, se realizarán dragados y se reutilizará este elemento con otros fines.
José Calvo, morador del puente de la E, calificó positivamente la labor de rescate del estero, pero se mostró preocupado por el sostenimiento de este proceso en los siguientes años.
“Hay que hacer harto control, porque nunca faltará quien arroje basura al agua, faltando el respeto a la vecindad”, manifestó Calvo.
El Subsecretario de Gestión Marina y Costera afirmó que luego que se complete la fase de oxigenación, entre marzo y noviembre de 2013, se entrará a un proceso de monitoreo más exigido.
Zambrano aseguró que se trabajará con otras entidades, incluyendo al Municipio de Guayaquil, para controlar las descargas industriales e iniciar la reforestación del manglar.