La tarde del viernes se pintó de alegría y color en una estrecha calle de Sauces 8, en Guayaquil.

En este sector se encuentra la vivienda en la que la manabita Sonia Cedeño alberga a 9 de sus sobrinitos. Ellos son algunos de los cientos de damnificados por el terremoto en Pedernales.

Los pequeños, de entre 7 meses y 12 años, han recibido todo tipo de ayuda, donaciones y atenciones en salud. A su nuevo hogar llegó la Brigada de la Alegría de la Prefectura del Guayas.

Los menores compartieron una emotiva fiesta con sus amigos y vecinos del barrio. Hubo música, baile, concursos, caritas pintadas, regalos, dulces, comida deliciosa y sorpresas.

Bajo las carpas de la Prefectura se instaló una mesa con dulces, globos y un pastel. Las 3 horas que duró permitieron distraerse a los pequeños y olvidar por un rato los duros momentos que pasaron en su tierra natal.

A la Brigada se sumó la participación voluntaria de miembros de la Fundación Narices Rojas Ecuador, quienes animaron la cita, jugaron con los pequeños y les brindaron mucho cariño.

Cedeño comentó que es difícil cuidar a los hijos de sus hermanos y hermanas. “Cuando me tenía que regresar a Guayaquil, los padres de mis sobrinos me dijeron que lo mejor era que me los lleve, sin dudarlo un minuto accedí”.

“No me esperaba que nos traigan una fiesta, mi hermano menor está muy feliz. ¡Gracias! Ojalá los vea pronto”, dijo una de las agasajadas. (I)