La tasa representa $ 15’000.000 para el puerto principal
Bomberos temen una pérdida de recursos
Las alarmas se encienden en los Cuerpos de Bomberos. Esta vez no es para apagar un incendio o atender una emergencia, sino por el riesgo de que sus presupuestos resulten afectados.
El artículo 60 del proyecto de Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica, cuyo veto presidencial será tratado hoy en la Asamblea Nacional, evidencia los apuros económicos y las disparidades de estas entidades de socorro.
Así lo confirmaron en su último encuentro los representantes cantonales de la institución de atención ciudadana.
La eliminación del cobro de la tasa del servicio del cuerpo de bomberos en la planilla de energía, que obligatoriamente pagan todos los abonados de las empresas eléctricas, pondría en aprietos financieros al colectivo, ya que -según la Asociación Nacional de Cuerpos de Bomberos del Ecuador- con ese monto, en los diversos cantones, se cubre entre el 70% y el 90% de los presupuestos.
Carlos Villa, presidente del gremio y jefe del Cuerpo de Bomberos de Macas, cree que es inviable la recaudación -ahora voluntaria- de la tasa en una planilla adicional.
Afirma que los ciudadanos responderán negativamente cuando les pregunten -como manda la Ley- si desean pagar el impuesto. “El ciudadano siempre querrá cancelar menos impuestos. No sabemos qué hacer. No tenemos otra alternativa”.
El líder de los bomberos asegura que los más golpeados serán las entidades de los cantones con pro formas que solo llegan a $18.000. “En pagarle a una secretaria, que haga de todo, se va el 50% en un año”.
Una de las ciudades que más recauda con esa tasa es Guayaquil. Según Martín Cucalón, jefe del cuerpo en el cantón, por ese medio completan los $15’000.000, “el 70% de nuestro presupuesto”, precisó.
Por esa razón cree que sin esa cantidad sería difícil pagarle a 450 uniformados y prestar todos los servicios (ambulancias, rescate vehicular, limpieza de calzada, estructuras colapsadas y lucha contra incendios).
Existen 1.700 voluntarios, es decir personas que no cobran. “Tendríamos que recortar”, dijo. Actualmente el fondo anual que manejan es de $ 23’000.000. “Un presupuesto pequeño para el tamaño de la ciudad”.
Hasta ahora las principales fuentes de ingreso de los cabildos han sido los permisos de funcionamiento, tasas de tarifa eléctrica y el impuesto predial unificado.
Para Lídice Larrea, vicepresidenta de la Comisión del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, con la medida no se quiere dejar abandonado a los bomberos sino precautelar los dineros de los ecuatorianos y la organización. “En la planilla, según lo que viene en el veto presidencial, solo se pagará lo que se consume. No se puede cobrar nada más”, explica la asambleísta.
La legisladora aclara que después de que se publica la ley existe la posibilidad de que se establezcan convenios entre los bomberos y las empresas eléctricas, para que las últimas recauden la tasa de energía eléctrica en una planilla aparte. “Los municipios deberían dar un rubro a los bomberos, pero eso es autonomía de ellos”.