Ayangue no solo es un poblado costero ubicado a 2 horas de Guayaquil hasta donde llegan cientos de turistas en busca de diversión, hospedaje y buena gastronomía, el lugar también es conocido porque hasta ahí llegan personas a practicar el buceo e incluso para aprenderlo debido a que sus aguas son cálidas y posee una diversidad de paisajes subacuáticos.

El deporte se lo practica en el islote El Pelado, que está ubicado a 15 minutos, en bote, desde la playa de Ayangue.

Pablo Matute Cedeño, de 40 años, es el propietario de la escuela de buceo Tortuga Divers. Él es instructor PADI (Professional Association of Diving Instructors). Se especializó en Honduras y se dedica a a esta actividad desde los 19 años.

Desde hace 9 años empezó a dar clases de buceo a jóvenes y adultos. Cuenta que para empezar con los cursos no es necesario saber nadar a la perfección.

El primer nivel es Open Water Divers, que tiene 4 sesiones. Tiene 5 clases teóricas de 2 horas. En ese lapso se enseña todo lo relacionado con los equipos de buceo. Cómo usarlos, la  respiración bajo el agua, cómo prevenir y cómo actuar ante problemas. Este curso cuesta $ 375 e incluye 4 inmersiones. En este nivel se puede sumergir hasta 18 metros y a 8 metros ya se puede enconrar el momumento a Cristo Rey, que es muy visitado por los alumnos y buzos profesionales.

Ocho metros más abajo se puede encontrar la lancha Rigel. Esta lancha tiene una calavera amarrada al timón y gracias a la corriente simula tener vida propia. Otros de los puntos preferidos por los buzos es donde se puede avistar mantarrayas, pero estas aparecen solo de junio a septiembre.

Además, existe un sitio conocido como Baja Montañita, que tiene distintas profundidades. A este lugar solo pueden ir los buzos que estén certificados por el nivel Advance Open Water Diver. En este curso se aprende a bucear con corrientes a mayor profundidad. (I)