En cada esquina de Guayaquil se respira fútbol. La eterna rivalidad entre los equipos del Astillero, Barcelona y Emelec, es el infaltable tema de conversación entre amigos.

Esa afición por el fútbol y su amor por el equipo 'torero', como se conoce a Barcelona, motivó a un migrante lojano a emprender en un restaurante con ese nombre en pleno casco central porteño.

Ángel Encalada es el propietario del asadero de Pollos Barcelona, que se ha convertido en el lugar de concentración de aficionados al fútbol, periodistas deportivos y turistas que buscan llevarse una fotografía en el típico local.

Las paredes del restaurante, que comenzó como una casa de construcción mixta pero que ahora es de hormigón, son prácticamente murales para exaltar los momentos icónicos del ídolo del fútbol ecuatoriano.

Pósteres, cuadros, fotografías y otras impresiones muestran momentos históricos del ídolo del fútbol ecuatoriano y de jugadores que militaron en el plantel 'canario'.

La imagen de legendarios jugadores como los ecuatorianos Enrique ‘Pajarito’ Cantos, Sigifredo Chuchuca, Luis ‘Beibi’ Madruñero, el argentino José ‘La Pepona’ Reinaldi, el brasileño Víctor ‘El Artista’ Ephanor, y muchos otros que militaron en la década de los años 70 del siglo pasado se mezclan con grandes fotografías de futbolistas actuales.

“Aquí, los visitantes que llegan por primera vez se toman una fotografía en los murales y recorren el local para ver las obras de arte que se exponen”, dice con entusiasmo Angelito, como se conoce popularmente al dueño del asadero.

El manabita Gustavo Cedeño estuvo encantado de realizarse una ‘selfie’ con el fondo de la imagen de la ‘chilena’ de Ephanor, que le dio el campeonato a Barcelona en 1981.

“Desde hace años tenía ganas de conocer este asadero porque muchos amigos me habían hablado del negocio y las fotos de mis ídolos”, expresó Cedeño, quien a su paso por Guayaquil aprovechó para darse una escapadita al asadero y cumplir su anhelo.

Si tiene suerte, un cliente se puede encontrar con uno que otro jugador del equipo profesional que acuden regularmente al establecimiento a visitar a Angelito, al que consideran como un padre por su apoyo cuando formaron parte de las divisiones inferiores.

Por ejemplo, durante sus vacaciones en Guayaquil, Érick Castillo, jugador del Tijuana de México, visitó a su amigo Ángel y le llevó una camiseta de su equipo. 

Y es que el dueño del local desde hace casi una década apoya con alimentación a las divisiones inferiores del club guayaquileño. En su local se forman amenas tertulias de las jóvenes promesas del fútbol en medio de la degustación de un sabroso pollo asado.

El local ha recibido el reconocimiento del Municipio de Guayaquil que lo considera entre su página de promoción turística. Por su sazón y singular característica es un invitado permanente de las ferias gastronómicas que organiza el Cabildo porteño. (I)