Árboles movidos no sobreviven en su nuevo hábitat
Casi tres años han transcurrido desde que el Municipio de Guayaquil retiró 44 árboles, entre mangos y samanes, de la avenida Nicasio Safadi -en La Atarazana- y los trasladó al parque que se levanta sobre el relleno sanitario, en el norte de la ciudad.
Algunos de los especímenes fueron ubicados cerca de la entrada del llamado parque Metropolitano. En el área se observa decenas de árboles. La mayoría lucen frondosos mientras que otros, desde hace años, se mantienen como simples troncos secos.
Quienes acuden regularmente al sitio de esparcimiento están al tanto de la presencia de esos troncos desde diciembre de 2015, cuando el Cabildo los llevó desde la av. Nicasio Safadi.
“Desde entonces no crecen, ni sé de qué especie serán”, afirmó Abel Tagle, habitante de Pascuales quien llega al sitio los fines de semana con su familia para pasear.
Para David Hidalgo, activista que participó en una pequeña marcha en protesta por el retiro de los árboles, se trata de los mismos especímenes que formaban parte del ornato de La Atarazana.
Sobre el porqué no crecen las plantas luego de su traslado, Hidalgo plantea la hipótesis de que no se usó la técnica adecuada. “Eso sin considerar que el suelo del parque Metropolitano no es el mismo que el hábitat original de los árboles”, comentó.
El biólogo Xavier Cornejo, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil, indicó que el porcentaje de supervivencia de los árboles que son trasplantados depende también de otros factores como el estado fisiológico y de crecimiento de la planta afectada, el tiempo empleado en la ejecución del trasplante y los cuidados posteriores.
Los estudios incluso sugieren que la edad de los árboles resta posibilidades de éxito en el traslado. “Es bastante relativo y cada caso merece una atención particular. En ocasiones es más práctico volver a sembrar que reubicar”, manifestó Cornejo.
Una investigación de la Asociación y Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales de España establece como parte del proceso de trasplante: la protección y saneamiento del ejemplar (técnicas de retiro de las raíces y poda de las ramas), la aplicación de tratamientos fitosanitarios (curación de plantas), el mantenimiento del equilibrio hídrico y de adecuadas condiciones de vegetación, los repicados (separación de plántulas) parciales previos si es el caso y demás operaciones que sean necesarias hasta la formación del cepellón (conjunto de raíces) definitivo.
El alcalde Jaime Nebot, en reiteradas ocasiones, ha defendido los motivos por las que se reubican los árboles y argumenta que existen estudios técnicos necesarios para garantizar la vida de las plantas en sus nuevas locaciones.
El Municipio maneja cifras en las que afirma que el índice de mortalidad de los árboles durante la evacuación y trasplante es de entre el 5% y 7%.
Pero no solo en el parque Metropolitano existen troncos secos, en el área verde entre la extensión de la avenida Rodríguez Bonín y la avenida del Bombero se observa troncos secos de árboles que fueron removidos para mejorar la acera.
Este Diario, desde hace una semana, buscó la versión del director municipal de Áreas Verdes, Abel Pesántez, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (I)
Observaciones
Protesta en La Atarazana
A finales de 2015, integrantes de diferentes colectivos urbanos y estudiantes de dos universidades se concentraron en el parque de la ciudadela La Atarazana para socializar el corte de árboles que realizó el Municipio de Guayaquil.
44 árboles fueron retirados de la av. Nicasio Safadi debido a una obra de regeneración urbana.
Riesgo de colapso
La Dirección de Áreas Verdes del Cabildo sostuvo que algunos de los ejemplares retirados estaban en riesgo de caerse. (I)