“Instituciones han fracasado con jóvenes”
El problema real no está en la convocatoria a través de Facebook o redes sociales. El problema está en los jóvenes que deciden asumir un enfrentamiento por una tontería como lo es el “territorio”, aunque para ellos es significativo. Habría que investigar con ellos la significación que tenga este concepto.
Si no han logrado construir a lo largo de su vida otro sentido significativo como estudio, profesión, valor de la amistad, sentimientos hacia el prójimo, la propia familia; si viven en un ambiente degradado que los expone a situaciones de extrema violencia, no se puede esperar que tengan sentimientos positivos. Desde luego, todo esto es hipótesis, pues toca indagar sobre los motivos reales para que un adolescente tenga ganas de salir a pelear.
¿Qué podemos hacer con esto? Yo no puedo decir que se necesita fortalecer a la familia; en todo caso, lo que tal vez se puede hacer es darles la palabra a las comunidades, conocer sus problemas más de cerca y conocer qué es lo que creen que deben cambiar en las instituciones educativas.
Lo que está marcado ahí es el fracaso de la institución educativa, de la institución familiar, de la gestión estatal y municipal... las instituciones han fracasado con estos jóvenes en ubicarlos dentro del desarrollo evolutivo de sus vidas, en una perspectiva civilizada, de relación civilizada. Eso no hay, eso fracasó.
Lo que hay en el Estado es la idea de solo decirles a los muchachos: “¿Saben qué?, eso es malo”. Si van con ese discurso, es un fracaso completo, los estudiantes se les ríen en la cara. Esa no es la manera porque los jóvenes ven el conflicto degradado a la violencia en los mismos políticos y en los docentes. Hay que buscar otras metodologías.