El material que desciende de los deshielos del nevado Chimborazo se tornó más líquido en las últimas horas.

El fluido ingresa de forma rápida hasta los distintos sectores por los que atraviesa la quebrada Jarromachay, principal sitio de desfogue. En diciembre de 2015 atravesó las faldas del Chimborazo y causó pánico en más de 700 familias de tres comunidades, pues era rocosa.

La quebrada de 800 metros de longitud, con una profundidad de 8 metros y una pendiente del 80%, está aumentando su ancho entre los 15 y 20 metros.

“En estos días es un material suave y ya no desciende desde la mitad sino desde la parte baja de la montaña” indicó Byron Suqui, glaciólogo de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

El agua llegó hasta la línea férrea que atraviesa parte de la parroquia de San Andrés. Este tramo es utilizado usualmente para la ruta Riobamba-Urbina, denominada Tren del Hielo. Aunque no causó daños, maquinaria se mantiene en el sitio para despejar la zona.

Mariano Curicama, prefecto de Chimborazo, sugiere que el caso pase a convertirse en una emergencia nacional. “Tenemos muchos trabajos por hacer, pero no los recursos suficientes, por ello consideramos que la emergencia debe decretarse, para que los fondos se canalicen de forma más rápida”. (I)