Afros se reúnen en Guayaquil para recordar sus tradiciones
Jesenia, Marianita, Judith y Gloria se turnan para mecer al niño al ritmo del bombo, las maracas y sus tradicionales canciones. La escena es parte de la novena que afrodescendientes celebraron la semana pasada. En este evento no se escuchan villancicos, sino arrullos, que son versos que duran varias horas.
En casa de la familia Carabalí Chillambo, ubicada en la K y la 19, suburbio de Guayaquil, se cumplió este acto en conmemoración al nacimiento del Niño, que a diferencia del que conocen tradicionalmente, es un Niño negro.
Gloria Estupiñán, quien llegó hace 38 años a Guayaquil proveniente de su natal San Lorenzo (Esmeraldas), recuerda que la celebración es una tradición que aprendió de sus ancestros, con la llegada del Niño a un río.
Judith Lastra lamenta que con la migración se hayan perdido ciertas tradiciones y enfatiza que hay que sentirse negro, sentirse afro. “Lo que han vivido en sus pueblos no lo pierdan aquí, porque si perdemos nuestra tradición nos quedamos en el aire, adoptamos otras culturas que no son las nuestras”.
Fermín Caicedo, vicepresidente de la comuna San Lorenzo de Pailón, espera que el próximo año los derechos y las tradiciones de los afros empiecen a ponerse en práctica. (F)