Para los vecinos del plan habitacional Socio Vivienda, en el noroeste de Guayaquil, tener  agua potable las 24 horas no pasa de ser un sueño.

Galo Ávila lleva en el sitio 4 años y asegura que desde que llegó padece la falta del líquido. “Tenemos de 06:00 a 11:00, luego se va y regresa a las 19:00 hasta las 22:00. El ciclo nunca termina”, reprocha el ciudadano.

Cansado de esta situación Ávila acudió a Interagua. La concesionaria realizó una inspección y le recomendó reclamar en el Municipio.

En la misma situación está Francisco Reyes, quien cuenta que sus planillas, sin embargo, llegan puntuales y en promedio son de $ 6 a $ 10.

Reyes buscó una alternativa a la problemática, que es comprar tanques para cubrir sus necesidades.  

A tres cuadras de ahí, el servicio es igual de deplorable, confirma Manuel Vera, quien labora en la cooperativa de la línea 122. “Aquí los pagos superan los $ 30, pero la escasez es diaria”, se queja. (I)