Edificaciones privadas de barrios tradicionales de la ciudad serán intervenidas este año como parte del programa de restauración de construcciones históricas que impulsa el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Miguel Iturralde, director regional del INPC, explicó públicamente que se busca asesorar a los dueños y usuarios de estos bienes para que les den el debido cuidado.

El proyecto de rehabilitación y conservación emergente de conjunto de bienes patrimoniales de Guayaquil    seleccionará  50 casas como parte del programa de incentivos.

Esta ayuda consiste en un bono de 5.000 dólares para realizar adecuaciones en la casa patrimonial. Se tomarán como prioridad  los barrios Las Peñas, Orellana y del Salado, localizados en el centro del cantón. “Con esos recursos se podrán intervenir fachadas en sus cubiertas, pero bajo el asesoramiento de técnicos y especialistas”, recalcó el funcionario.

En el  barrio Orellana, atravesado por las calles Quisquís, Piedrahíta, Av. del Ejército y la orilla del Salado, destacan viviendas de una y dos plantas con jardines pequeños y ventanas que se abren hacia afuera.

Algunos de los jóvenes transeúntes, como José Intriago, quien a diario camina por el lugar para dirigirse a la Universidad de Guayaquil, se sienten atraídos por las viviendas que en la parte superior aún tienen inscritos nombres como Villa María y Villa Matilde.   

En el sector, las casas tradicionales, en las que predominan los  colores pasteles, se mezclan con locales comerciales (centros médicos, copiadoras y comedores) que no guardan ninguna relación con las primeras. Además, varias de esas áreas tienen modificaciones en las aceras, que son parte de la regeneración urbana.

De acuerdo con versiones de algunos moradores de la zona céntrica, el barrio era un conjunto habitacional de la desaparecida Caja de Pensiones y en sus inicios solamente fue habitada por profesionales. Patrimonio Cultural difundió en días pasados que la Regional 5 actualmente depura la lista de edificaciones que serán restauradas.

Según las investigaciones, entre los citados barrios hay 118 villas unifamiliares, cuyas construcciones van desde el año 1930 hasta 1970. El año pasado más de 300 bienes fueron declarados patrimonio.

Paquita Montalván, quien habita en el Barrio del Salado (centro), expresó que se siente contenta por la medida estatal, pues en la zona hay muchas casas con toldas, pero que están un poco descuidadas. “Aquí todo es tranquilo y diferente a otras áreas del centro, donde hay mucho ruido”, manifestó la mujer, oriunda de Manabí.

De acuerdo con declaraciones de Iturralde, la inversión en la primera etapa ascenderá a “250.000 dólares”. El instituto estatal también informó que se colocará señalética en todos los bienes patrimoniales de Guayaquil, en los próximos días.