5 sectores de Guayaquil aún no cuentan con alcantarillado pluvial (Infografía)

Las lluvias registradas durante los últimos días en Guayaquil no lograron superar las precipitaciones registradas en enero pasado, según datos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

La entidad determinó que los días más lluviosos del año fueron el 17 de enero y 5 de febrero, cuando cayeron 56,5 mm y 25,1 mm por metro cuadrado, respectivamente.

El acumulado del mes anterior se ubicó en 84,3 mm. Es decir, que el 17 de enero se dio el 67% del total del periodo.

Mientras que en lo que va de febrero hay 59,1 mm, lo que equivale a que en el día 5 se presentó el 42,7% del registro del mes.

Las cifras mensuales tampoco superaron el promedio histórico que está determinado en el lapso de 1948 a 2009.

En el caso de enero se alcanzó el 48,6% de la media y en febrero solo llegó al 21,8%.

A inicios de año, el Inamhi informó que no existía un total acoplamiento de los factores que intervienen en la presencia de lluvias: zona de convergencia tropical y temperatura superficial del mar.

En el informe más reciente del Comité de Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) se establece que los niveles de precipitaciones tienen tendencia a incrementarse en la región Litoral. Es decir, para marzo la temporada invernal podría ser más fuerte.

Mientras se registran los cambios meteorológicos, el alcantarillado pluvial sigue siendo un requerimiento insatisfecho en sectores del noroeste luego de casi 6 años de que el Municipio local asumiera la competencia del servicio.

Monte Sinaí, Flor de Bastión, Paraíso de la Flor, El Fortín, Mapasingue entre otros, son los lugares donde la falta de drenaje de las aguas lluvias provoca problemas durante la temporada invernal.

En Mapasingue, por ejemplo, la carencia de infraestructura causa que las calles y aceras de las zonas bajas se rompan por la fuerza de la corriente que hay durante las precipitaciones fuertes.

En los lugares no pavimentados, el problema es peor, aseguró José Reyes, de la cooperativa Cóndor.

Los deslaves no solo perjudican  a los moradores, sino  a quienes circulan por la avenida Las Aguas, hasta donde las lluvias arrastran el lodo y las piedras que se desprenden del cerro.

En las cooperativas Flor de Bastión y Paraíso de la Flor, el servicio se limita a las calles principales que están pavimentadas.

La zona se caracteriza por contar con una gran cantidad de pendientes sin asfaltar, lo que propicia la aparición de zanjas.

En los sitios mencionados se puede observar incluso la roca sólida que se encuentra por debajo de toneladas de tierra removida por las recientes precipitaciones.

En las manzanas 454 y 462 de Flor de Bastión, los moradores se exponen a diario al peligro de caerse en una abertura donde también se acumulan aguas servidas -desechos de heces fecales-.

Para la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado local (Emapag), hasta 2013 se alcanzó el 88% de cobertura del servicio. Se estimó que a finales de 2015 o inicios de 2016 se llegará al 100%.   

La entidad resaltó que la cifra se establece en base a los límites urbanos reconocidos que, por el momento, excluyen a Monte Sinaí, ubicado al noroeste de Guayaquil. El mencionado sector también contaría con la infraestructura.