30.000 cartas y  366 colegios utilizaron el servicio de correos para enviar sus buenos deseos. Las cartas también fueron depositadas en el “Árbol de los deseos”, una estructura que mide 30 metros y está ubicada en la Plaza de Santo Domingo en Quito.

Las cartas fueron escritas por niños y jóvenes de todo el país, que participaron en el “Concurso de Navidad y composiciones Epistolares”, organizado por la empresa estatal Correos del Ecuador.

Los participantes escribieron en sus epístolas el  significado que  ellos le dan a la  Navidad.

Podían solicitar los sobres en las oficinas de Correos y enviar gratuitamente sus cartas a través de los diferentes buzones que existen a nivel nacional.

También podían llevarlas al árbol de  Santo Domingo, auspiciado por la empresa Coca Cola, y atarlas a un globo de helio, para luego soltarlas dentro de la estructura.

Las cartas debían ser inéditas y escritas a mano.

Roberto Cavanna, gerente de la empresa, explica que se trata del octavo concurso de este tipo que ha organizado la institución durante los cincos últimos años. “Hace dos años un joven participante quedó entre los cinco mejores escritores de cartas en un concurso calificado en Suiza, en el que participaron 192 países de la Unión Postal Universal, lo que fue un éxito para los ecuatorianos”, dice.

De entre las miles de cartas recibidas, se realizó una selección, allí se descartaron las epístolas que contenían errores o imprecisiones ortográficas y sintácticas.

“El año pasado recibimos 10.000 cartas, estamos muy contentos de haber aumentado la cifra a 30.000 para el concurso del 2011”, agrega.

Entre las cartas recibidas se han encontrado peticiones de salud, ocupación laboral, paz mundial, entre otras. El jurado calificador se encuentra formado por personalidades de la literatura juvenil ecuatoriana, periodistas y representantes de las entidades participantes.

Todas las cartas debían ser escritas en estilo epistolar, la premiación se realizará el 5 de enero, día en el que el vicepresidente Lenín Moreno abrirá la copa del árbol.

Los ganadores recibirán premios como I-pods y teléfonos móviles.

Un grupo de cartas será seleccionado para su exhibición en la galería filatélica. Otro será entregado a los ministerios, fundaciones y entidades que puedan facilitar el cumplimiento de los deseos de cada participante, dice Cavanna.

En el 2012 la institución ampliará dos proyectos que han funcionado este año como planes pilotos en Cañar y Santo Domingo.

Uno de ellos se llama “Acortando distancias” y se ejecutó en la Penitenciaria, para que las personas privadas de su libertad puedan enviar misivas a sus familiares.

El otro, denominado “El correo de la esperanza”, consiste en enviar gratuitamente las cartas que los niños escriben a sus padres migrantes.

Cavanna resalta que durante este año se entregaron veinticinco millones de piezas procesadas. “Cifras que no se ven desde 1990, tiempo en el que existía monopolio postal”.

Los servicios más solicitados han sido el “courrier”, las compras internacionales y el volanteo.