Eran las 09:00 de ayer en la intersección de las avenidas Delta y Kennedy. Un bus de la línea 129 circulaba en sentido este-oeste, con dirección hacia la parada establecida por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), cerca de la Universidad de Guayaquil.

En el punto, aproximadamente una decena de agentes realizaba un operativo para retener a las unidades que ya cumplieron su vida útil. Para diferenciarlos del resto, la institución dispuso que fueran pintadas, desde hace año y medio, de celeste y blanco.

Entre las líneas que deben cumplir con esa orden están la 12, 82, 107, 124, 129 y 152. La ATM reveló que son 12 cooperativas de transporte que deberán retirar 52 buses.

Para las 09:15, cinco automotores fueron detenidos provisionalmente, pero solo uno fue llevado hasta el Centro de Retención Vehicular (CRV). Y no fue por circular con su ciclo de vida útil cumplido sino porque su propietario no realizó la revisión técnica correspondiente.

Gervasio Mero, de la cooperativa Garzota (línea 124), admitió que la notificación para renovar los automotores llegó hace meses, pero que “teníamos entendido que los únicos que se iban a retirar son los que circulan en las dos rutas del SITU”.

Los choferes consultados afirmaron que están en trámites para adquirir nuevas unidades, pero el plazo otorgado es muy corto y solicitan, al menos, 6 meses más para completar el proceso.

Pasadas las 09:30, ya no había agentes por el lugar. Según Luis Lalama, jefe de Operaciones de la ATM, los controles se trasladaron a otro punto de la ciudad.

Mientras, decenas de buses con daños en la carrocería circularon por la avenida Delta. Camila Altamirano, estudiante universitaria, tuvo que bajarse de la unidad 0416 de la línea 12 que fue retenida por los agentes. “No sé a qué vino un control que duró tan poco. Sería mejor que fueran más estrictos en las calles y que hagan menos show”, se quejó la joven. (I)