16 zonas de Guayaquil se inundan cada vez que hay precipitaciones
El festejo de una graduación colegial terminó de mala manera en la avenida Víctor Emilio Estrada y Laureles, en el norte de Guayaquil.
El que parecía un día ideal para participar de una cena con amigos se convirtió en un momento desagradable para mujeres de vestido largo y zapatos de taco. También para hombres con calzado de cuero y traje formal.
El sábado 4 de este mes, tras comer en un conocido restaurante de esa zona residencial, tuvieron que arruinar sus prendas por el colapso del sistema de alcantarillado.
A las 22:00 del citado día, al salir del local, se vieron obligados a caminar con agua empozada hasta las rodillas.
Los comensales se mostraron sorprendidos por el nivel que había alcanzado el líquido solo tras dos horas de lluvia. “Hay que arremangarse los pantalones y salir”, sugirió uno de los afectados tras 30 minutos de espera para que drene, pero eso no ocurrió.
Los vecinos de ese sector coinciden en que lo mismo ocurre en esa esquina cada vez que llueve.
Según el reporte de emergencias del ECU-911, hay 16 direcciones (norte, sur, centro y noroeste), desde donde recurrentemente llegan alertas de inundaciones.
Gerardo Ortega, quien desde hace 16 años vive en Vélez y Quito, sabe que en cada invierno debe usar botas porque el barrio se anega. El agua no ingresa al inmueble donde reside, pero cubre la acera.
Para el ciudadano, el problema se origina porque peatones y vecinos arrojan desperdicios sobre las rejillas de los sumideros. Lo mismo dicen moradores de Luis Urdaneta, Sucre, Clemente Ballén, 10 de Agosto y otras zonas céntricas.
Sin embargo, en el suburbio oeste consideran que el problema es otro, puesto que periódicamente hacen limpieza de alcantarillas.
La ciudadela Kennedy Vieja se inunda desde hace casi dos décadas, pese a que en 2013 el Municipio de Guayaquil instaló un ducto.
Yolanda Espinoza, habitante del sector, manifestó que la obra no abastece. “Los vehículos se descomponen a causa de que ingresa agua en los tubos de escape”.
Para Ilfn Florsheim, vocera de la concesionaria Interagua, el estancamiento se da por sedimentación del río Guayas, ya que tapona la salida de los ductos pluviales. En aguajes, “la situación es más crítica”.
No obstante, existen redes pluviales que previenen las inundaciones a pesar de estar por debajo del nivel del mar.
Así lo asegura Isaac Mancero, miembro del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental de Italia. “Un ejemplo es el alcantarillado de Holanda, donde el 26% del territorio está por debajo de la altura de la superficie marina. La ciudad de Nieuwerkerk aan den IJssel es el punto más hondo, con 6,74 metros bajo el nivel del mar”.
Según Mancero, desde la antigüedad se usan diques, canales, polders (tierras ganadas al mar) y reservorios para evitar inundaciones. Actualmente, estas alternativas se combinan con sistemas de bombeo.
Mancero puntualiza que se requiere realizar un estudio de las condiciones topográficas e hidrográficas de Guayaquil para establecer la mejor alternativa que termine con las inundaciones aún en época de aguaje. “No porque un sistema funcione en Holanda podrá hacerlo en el puerto principal”, concluye. (I)
