Pablo Repetto / entrenador de fútbol
"No era bueno como jugador, por eso me dediqué a ser DT"
Una lesión en la tibia y el peroné de la pierna derecha le sirvió de pretexto para colgar los botines. La afección fue grave, sí, pero reconoce que optó por retirarse al no sentirse el gran lateral que cierto día quiso ser.
Tras parar un año, sin ritmo de competencia, reparó en que la única manera de mantenerse en la actividad que más amaba era convirtiéndose en entrenador. Hoy, 14 años después de asumir ese papel, el timonel que tiene a Independiente del Valle (IDV) en las semifinales de la Copa Libertadores frente al Boca nos dice algunas de sus verdades.
Luego de abandonar como futbolista, ¿cuál fue el primer paso de su carrera como DT?
Al darme cuenta de que no haría una gran carrera como jugador, porque tenía 26 años, comencé el curso de técnico. Seguí porque me apasionaba el fútbol, no quería salirme de ese mundo. Me inscribí en el Instituto Superior de Educación Física (Uruguay).
¿Dónde comenzó a ejercer su nueva profesión?
Un año y medio después; empecé instruyendo a las formativas del Centro Atlético Fénix, el club en el que me despedí de mi carrera como jugador. En 2005 gané el título nacional sub-17 y después estuve en el primer equipo, ascendiendo a Fénix de la segunda a la primera categoría.
Por el hecho de manejar a juveniles, ¿encontró alguna similitud entre Fénix e Independiente del Valle?
A Fénix lo ascendimos en la temporada 2006-2007 con jugadores que daban en promedio 19, 20 años de edad. Pero también tuve un pasaje por Cerro de Uruguay, que era un elenco con experiencia, y después en Defensor, un club formador, el que más jugadores le ha dado en los últimos tiempos a la Selección Uruguaya; creo que esas cosas motivaron a que los directivos de Independiente del Valle se fijen en mí y decidan que encabece su proyecto.
¿Cuáles elementos que dirigió mantienen carreras estables?
En Fénix estaba Christian Núñez y Mario Rizotto. A Núñez lo tuve también en Cerro de Uruguay y actualmente ambos están en IDV. Otros con los que conté son Ramón Arias y Brahian Alemán, a quienes los tuve en Defensor y hoy están en Liga de Quito. Algunos más triunfan en otros países.
¿Y alguno llegó a la ‘Celeste’?
Jugadores que tuvimos en Defensor, el caso de Diego Rolán, que debutó con nosotros; Martín Silva, golero suplente de la Selección, y el lateral izquierdo Gastón Silva, que también debutó con nosotros y acaba de participar en la Copa América Centenario.
¿A qué se refieren los técnicos cuándo alaban el biotipo del jugador afroecuatoriano, que no es mayoría en lides como las de Uruguay, Argentina o Chile?
La diferencia es la capacidad física, la velocidad. Uno analiza las competencias de 100 metros y los mejores velocistas son afros, y hoy en el fútbol moderno, que la velocidad es tan importante, el futbolista ecuatoriano tiene mucha ventaja en ese aspecto.
¿Entonces por qué los juveniles de Uruguay o Argentina son mejor cotizados?
Acá el tema más complicado de las formativas es que no hay una competencia exigente. Fíjese que nosotros, con las diferencias del caso, con todo este tiempo que IDV ha jugado en la alta competencia, muchos de sus futbolistas han crecido, así pasa en las formativas. Si no hay un torneo exigente el futbolista se estanca, ahí Uruguay tiene una ventaja, en sus inferiores casi todos los partidos son cerrados, parejos.
¿Es diferente manejar un camerino cuando el equipo es joven, que cuando tiene jugadores de experiencia?
Siempre mantengo las mismas pautas. A los jóvenes hay cosas que se les puede enseñar respecto a conductas en las que deben madurar. En IDV hubo un futbolista que faltó a un entrenamiento y lo tuvimos un mes en la reserva. Hoy es uno de los grandes jugadores del equipo. No le voy a dar el nombre, pero eso le sirvió mucho a él y a los demás.
¿Algún jugador de IDV se sintió más afectado por el terremoto del 16 de abril?
Ninguno perdió familiares, los daños fueron materiales. La familia de Sornoza fue la más afectada; él le dedicó a Manabí el triunfo 2-0 ante River Plate.
¿Cree que gracias a sus resultados repuntó en Ecuador la confianza en los estrategas uruguayos? Ahora son mayoría
En sí, el fútbol uruguayo tiene una camada de muy buenos técnicos que no solo se refleja en Ecuador sino a nivel de América y el mundo; los hay en Catar, Arabia... por todos lados, cosa que 6 años atrás no pasaba, había muy pocos. Esto es porque hemos adquirido lo de los viejos entrenadores y la enseñanza en el instituto que es muy, muy buena.
¿Los conoce a todos?
Hice el curso con Eduardo ‘Lolo’ Favaro (El Nacional), pero también conozco a Guillermo Sanguinetti (River Ecuador), Tabaré Silva (Aucas), y tengo excelentes referencias de Álvaro Gutiérrez (Liga de Quito), al igual que de Alfredo Arias (Emelec). Con Guillermo Almada (Barcelona), en sus últimos años de carrera, tuve que decidir su no continuidad en el equipo. Todos son excelentes personas y profesionales.
¿Cuáles técnicos son sus referentes?
Me gusta mucho lo que hace Óscar Tabárez en conformación de grupos. Tuve algunos entrenadores que me aportaron, el caso de Julio Penino, Miguel Puppo.
¿Qué situación del fútbol le sacó lágrimas?
Los campeonatos que logramos con Fénix, el equipo de mi barrio (Capurro), el equipo en el que había jugado, el equipo que me dio la posibilidad cuando ascendimos a primera. Mi corazoncito está con Fénix, pero tengo mucho agradecimiento y respeto con Cerro, con Defensor, con Independiente del Valle, que me ha hecho llorar de emoción en esta Copa Libertadores. (I)
--DATOS SUELTOS--
Récord en Copa Sudamericana
Como DT de Defensor Sporting, el 16 de septiembre de 2010, Repetto participó de la mayor goleada en la historia de la Copa Sudamericana. En Montevideo, Defensor doblegó 9-0 a Sport Huancayo de Perú, en duelo de la segunda fase. En 2016 busca que IDV sea campeón de la Libertadores, sin haber sido campeón nacional.
Una carrera muy corta
Pablo Eduardo Repetto Aquino nació en Montevideo el 14 de marzo de 1974. Inició su carrera de futbolista a los 15 años, forjándose en el Montevideo Wanderers y Racing Club uruguayo. Pasó después al Fénix, en el que actuó como profesional hasta los 25 años.