El primer árbitro ecuatoriano en estar en una final de la Copa del Mundo, Carlos Vera, dio una rueda prensa en el complejo La California de Portoviejo adonde llegó hoy. El juez manabita aseguró que el penal pitado en el último minuto en el partido entre Grecia y Costa de Marfil, válido por la primera fase del Mundial de Brasil, fue determinante para estar asignado en la terna arbitral para la final del torneo

Pero esta situación en particular también es considerada por Vera como un aspecto negativo. “En Brasil me felicitaban por el penal pitado a Grecia, pero en mi país dudaban de mí, eso me dolió mucho. Se quiso tirar abajo una excelente decisión, pero son cosas que ya pasaron, ahora toca sacar conclusiones y avanzar”.

Con respecto al estar como cuarto árbitro en el partido entre Alemania y Argentina, en el que los europeos se consagraron campeones mundiales, fue una experiencia inolvidable para Vera. “El estar en el Mundial ya fue un logro, pero estar en la final fue algo que me marcó y que recordaré por toda mi vida”, cuenta el juez.

De la final, el silbato nacional comenta que fue un partido tranquilo, “un lindo espectáculo. Lo más lindo es estar ahí, en una gran fiesta. Mi momento cumbre fue cuando recibí la medalla. Ahí me acordé de mis primeros partidos como árbitro y de todo los inconvenientes que alguna vez pude tener, todo me ayudó para bien”.

Para Sandro Vera, hermano de Carlos, el que un árbitro ecuatoriano haya estado en la final de un Mundial eleva la calidad del referato nacional. “No lo digo solo por ser su hermano, sino como árbitro nacional, el nivel de Carlos en el Mundial fue muy bueno, él nos representó de la mejor manera y ahora le toca a los más jóvenes y por qué no, al mismo Carlos, el apuntar a estar en otro Mundial”, dice Sandro, quien es árbitro de primera categoría del Campeonato Nacional.