El oficio a través del cual el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) pidió información sobre 4 jugadores juveniles y un entrenador del balompié amateur no llegó al despacho del presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Carlos Villacís. Mientras realizaba escala en Perú -en su viaje de retorno desde Paraguay- el titular aprovechó para aclarar que “nunca se ha negado a dar los expedientes” al organismo veedor, sino que la solicitud se habría traspapelado por una imprudencia de quien se encarga de la mensajería en la Ecuafútbol.

El presidente de la institución deportiva se mostró molesto por el incidente y aseguró que “establecerá responsabilidades”. Además invitó a los funcionarios del Consejo a presentarse a la Federación para él personalmente atender sus requerimientos. Pero al margen de la buena predisposición de Villacís, lo cierto es que la CPCCS volvió a poner en el punto de tiro a los juveniles del fútbol nacional con su pedido. Más aún cuando tres de los cuatro futbolistas a quienes investigará registran estados de anulación y pedidos de verificación de datos en sus cédulas de identidad.

Los jugadores proceden de tres clubes de la capital y uno del austro. No obstante, solo el que es originario del sur del país se ha formado y mantenido en su mismo equipo desde los doce años. Los demás nacieron futbolísticamente en un club de segunda categoría del Guayas, sobre el cual ya se han hecho una serie de cuestionamientos respecto a la gestión que realizan con sus elementos en divisiones formativas.

En el portal web del Registro Civil dos de ellos tienen un status de cédula de identidad caducada por anulación. Al tercero, la entidad le ha emitido una alerta para que se acerque a validar su información.  

Existiendo indicios de irregularidad, se prevé que la intención expresada por el CPCCS de velar por la continuidad de la investigación del caso será vital. Sobre todo porque el impulso que tomaron las investigaciones de los denominados ‘niños con bigote’ se vio frenado tras las suspensiones de Andy C., Joao T. y Joao M., y la divulgación de una lista con otros 46 casos para investigar.

Hasta hoy la indagación no profundiza en las redes delictivas detrás de las irregularidades en los documentos de identificación. Y es lo que espera conseguir el organismo veedor, el cual presume que se trata de un delito de tráfico de personas. El consejero del CPCCS, Xavier Burbano, ha explicado que tal ilícito se ha llevado a cabo por medio de falsificación de documentos, dobles identidades e incluso cambios de nacionalidad.

La FEF ha continuado de forma silente el proceso de depuración de falsos juveniles. Según el vicepresidente, Álex De la Torre, se lo ha hecho con reserva para “proteger los derechos de los menores de edad”. El funcionario no cuenta con un número exacto, pero estima que al menos 18 futbolistas pasados de edad han sido detectados y suspendidos. “Hemos cumplido sancionando a todos los que según el Registro Civil presentan anomalías”.   

El segundo al mando ratificó la versión de Villacís sobre la pérdida de la solicitud, pero aclaró que desde el lunes la Secretaría General trabaja en la recopilación de los datos para ser entregados ya que “no están ocultando nada”.