Israel se fue contento y Quinteros se retiró enojado. El empate (1-1) en el Monumental parece un resultado beneficioso para Emelec que será local en la revancha, pero luego de estar adelante en el marcador desde los 23 minutos y haber jugado mejor durante todo el partido, le dejó un sabor agridulce al entrenador azul y a todos los que hacen Emelec.

Quinteros envió a su oncena con un estilo ofensivo como se ha caracterizado. Yese sistema le dio frutos en los 90 minutos, aunque sus jugadores desaprovecharon las oportunidades para sentenciar el encuentro ante un Barcelona retrasado, displicente y sin aciertos.

Una notoria superioridad azul en los primeros 10 minutos obligó a Israel a cambiar de camiseta en la banca. Reemplazó la negra por una ploma a manera de cábala. Sufrió en el primer tiempo y de tener las manos en la cintura pasó a agarrarse la cabeza cada vez que Emelec llegaba al arco de Banguera.

Quinteros gesticuló más y se manejó con mayor tranquilidad que el estratega amarillo hasta que llegó ese gol “inesperado” de Blanco.

Ya en rueda de prensa, Quinteros, afectado por el marcador final, señaló que Barcelona aplicó “muchos centros, pelotazos largos y tiros de esquina” y que eso fue lo único que generaron los amarillos aparte del gol. “Envié a Quiñónez para ser más sólidos en el medio campo, pero en un centro nos hicieron un gol, pese a que fuimos superiores”.

El estratega argentino lamentó que su equipo se haya desconcentrado en el centro que terminó en gol, por lo que manifestó: “plantearemos un partido parecido en los 90 minutos que quedan y tendremos que estar más concentrados en ese tipo de jugadas aéreas”.

Lejos del empate, Quinteros elogió la manera de jugar de su equipo: “hemos jugado muy bien, ahora debemos pensar en el domingo, que no nos conviertan y así tratar de salir campeones”.

Israel, por su parte, aceptó que su escuadra no funcionó en la primera parte, mas resaltó la entrega de sus jugadores hasta el cierre del juego. “Las finales se juegan 51 por ciento con el corazón y 49 por ciento con el razonamiento, hay que destacar el esfuerzo del plantel que no bajó los brazos sabiendo que teníamos la posibilidad perfecta para empatar”.

Asimismo, el estratega uruguayo indicó que la mayoría de ataques azules se crearon por los malos pases de sus pupilos. “Ellos recogieron balones por los pases erráticos que hicimos en el primer tiempo, ya en el segundo mostramos otra dinámica con el ingreso de los muchachos (Michael Jackson Quiñónez y Ely Esterilla). Mejoramos el pase. Está justificado el empate”.

Israel justificó que su cuadro apeló a los pelotazos porque cuenta con elementos con buen juego aéreo. “El profesor Cannobio (su asistente) trabaja mucho esa parte”.