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Luis Ch. sigue frente a la FEF, aunque figura dentro del expediente del FBI

Luis Ch. sigue frente a la FEF, aunque  figura dentro del expediente del FBI
Foto: Archivo / El Telégrafo
10 de enero de 2016 - 00:00 - Redacción Fanático

“El ingeniero está seguro de su inocencia y se reintegrará como presidente de la FEF”, vaticinó el jueves pasado Lucía Vallecilla, abogada de Luis Ch., durante una entrevista concedida a una radio capitalina. Las declaraciones de la defensora reafirmaron que el presidente suspendido se aferra al cargo -que ocupa desde 1998- en medio del clima de controversia que el informe de la Unidad de Análisis Financiero había generado a menos de 48 horas de que iniciara el Congreso Ordinario; el escenario ideal en donde se podía dar su caída sin necesidad de que renuncie.     

Tras la sesión del viernes en la sede de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Luis Ch. trasciende como el único dirigente Conmebol vinculado al ‘FIFAgate’ que se mantiene en su puesto, no solo por voluntad propia, sino también por apoyo mayoritario. La moción sobre destitución no pasó más allá de un debate que compaginó con la atmósfera de apoyo al presidente; evidenciado en volantes y gigantografías. La presunción de inocencia fue el argumento de respaldo al mandatario de la Ecuafútbol.       

El informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, del 3 de diciembre de 2015, se constituyó en la réplica más fuerte tras el terremoto que sufrió la FIFA y sus confederaciones afiliadas con la detención de ocho de sus directivos a finales de mayo, en víspera de elecciones presidenciales.

La fiscal Loretta Lynch involucró a varios representantes de las distintas federaciones y asociaciones de Conmebol y Concacaf con la trama de corrupción. En el documento de la indagación el nombre de Luis Ch. consta 17 veces y lo incluye entre los 16 directivos y exdirectivos del continente americano que participaron en millonarios sobornos y en presuntos delitos de lavado de activos. Además, lo ubica entre los integrantes de un grupo de tráfico de influencias denominado ‘Group of six’. (grupo de seis).      

Las federaciones de Conmebol habían sufrido cambios desde el primer golpe de la Fiscalía estadounidense. A finales de mayo, Rafael Esquivel (presidente de la Federación venezolana) quedó removido de su cargo a causa de su detención en Zúrich. En agosto los directivos bolivianos cesaron en las funciones de presidente a Carlos Chávez luego de que la justicia ordinaria lo encarcelara y le abriera un proceso por corrupción. Las caídas de los ejecutivos sudamericanos continuaron en noviembre: el 9 ocurrió la dimisión de Luis Bedoya (Federación de Colombia), el 18 hizo lo mismo Sergio Jadue (Federación de Chile), el 26 Marco Polo Del Nero (Brasil) dejó su comisión en la FIFA y, al finalizar el mes, Jorge Meizner (Argentina) renunció a su secretaría en la Conmebol.

Tras la lectura del segundo informe de la investigación, la salida de Juan Ángel Napout de la presidencia de la Confederación Sudamericana se hizo inevitable el 11 de diciembre pasado.   

Se cerraba así el año de las remociones y dimisiones para Luis Ch., pues en lugar de obtener la licencia que pedía para atender sus problemas legales el directorio optó por suspenderlo 90 días el 4 diciembre, pero no removerlo de la presidencia.  

En los días previos al Congreso de la FEF de este año no se había generado mayor expectativa respecto al cambio del estatus del presidente bajo arresto domiciliario.

El actual directorio de la entidad había tomado una postura cauta, a la espera de los resultados del proceso penal contra el ingeniero. Pero la divulgación de los documentos de la Unidad de Análisis Financiero y su declaración a la Fiscalía sembró nuevos cuestionamientos contra el titular de la FEF y no resultaría extraño que alguien propusiera su destitución en el pleno del Congreso.  

Miguel Almeida, representante del club Universidad Católica, propuso la moción, pero el respaldo para Luis Ch. fue incondicional. “Si hoy es el ingeniero, mañana serán otros miembros pues, porque ya se sentó el precedente… Yo pienso que esta norma, por ser violatoria de los estatutos, no debe ser tratada”, enfatizó.

Guillermo Saltos Guale, síndico de la FEF. Su intervención le valió los aplausos y quedó en evidencia que, al menos para la mayoría de los dirigentes afiliados al organismo del fútbol, las sospechas de corrupción y lavado de dinero no han logrado quebrantar la imagen del presidente y de la institución deportiva.    

Mientras que Luis Fernández, de la Asociación de Manabí, comparó a Chiriboga con Jesucristo. “Cuando tomaron preso a Jesucristo hubo muchas elucubraciones, lo mismo sucede acá”, dijo Fernández a modo de analogía. Al mismo tiempo, otros dirigentes como Esteban Paz, de Liga de Quito, exigían a través de redes sociales la destitución o renuncia.

Por el momento, Luis Ch. cumple un arresto domiciliario de 90 días, tiempo que dispuso la Fiscalía General del Estado para realizar la investigación de los movimientos económicos del dirigente y de los otros 2 supuestos implicados: Vinicio L, y Francisco A., quienes también se encuentran detenidos. (I)

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