Los “azucenas” acortan la distancia con el puntero
Las individualidades de Liga de Quito superaron el juego colectivo que presentó ayer El Nacional en Casa Blanca y lo derrotó 2-1, en el cotejo que cerró la fecha 17.
La victoria apaciguó el mal rendimiento que exhibieron los jugadores “albos”, superados totalmente por la juventud y velocidad “criolla”, a la que le faltó afinar la puntería.
El cotejo en su fase inicial mostró el juego colectivo de toque y hasta taco de los “rojos” ante el asombro del campeón ecuatoriano. En las tribunas los aficionados seguían las acciones con aplausos.
Fue una verdadera orquesta que entonó a la perfección cada compás de la melodía. El clímax llegó a los 11’ tras un desborde excepcional de Renato Ibarra, quien envió un centro para Édison Preciado y él sin egoísmo lo entregó al delantero Juan Luis Anangonó, que con colocación puso la primera anotación del encuentro y el delirio en la banca visitante.
Los locales despertaron del desconcierto y gracias a la velocidad de los jóvenes Bolaños, Luis y Miler, y la experiencia del delantero Hernán Barcos se fabricaron llegadas que evidenciaron el desentendimiento de la zaga “militar”. De esa confusión se aprovechó Barcos para elevar un centro al que no llegó el “Chucho” Bolaños, pero sí el lateral izquierdo Marlon Ganchoso que con un suave toque puso la igualdad a los 17’.
Barcos era un verdadero martirio para la defensa “roja” por lo que el zaguero Xavier Chila recurrió a un codazo que terminó en fractura del tabique nasal del atacante argentino y su salida directa a una cirugía.
El ingreso de Walter Calderón dio alivio a El Nacional que ya no tuvo problemas en la defensa. Controló bien al adversario, pero no contó con el remate potente y certero de Miler Bolaños que puso la segunda para los “albos” a los 42’.
En la segunda etapa, los “militares” fueron los dueños del balón. Crearon varias acciones que no culminaron en el empate por ineficacia de los delanteros Anangonó y Preciado, que fallaron solos ante el golero Alexander Domínguez.