Liga pone en el arco a un futuro “gringo”
Es de los jugadores más alegres en la práctica diaria de Liga de Quito. Siempre charla y bromea con sus compañeros, pero es muy reservado con la prensa.El golero Alexander Domínguez prefiere hablar con sus atajadas en la cancha. Hoy espera escribir su mejor página en Libertadores, cuando enfrente al uruguayo Peñarol, (19:30) en la revancha ansiada en Ponciano.
En exclusiva con FANÁTICO, el “Dida” dijo que anhela sacar ventaja de su esbelta figura (1.96m) para conservar intacta su valla. “Por mi estatura siempre voy bien por arriba. Por abajo se me complica, pero para eso trabajo todos los días y ojalá ante Peñarol sea mi noche”.
Hasta el momento ha recibo 3 goles en igual número de cotejos coperos. Dos le marcó el Godoy Cruz en Argentina y uno el rival de hoy, en Uruguay. De local jugó un cotejo (Independiente) y mantuvo su valla invicta. Esa última actuación anhela repetirla.
El golero, que en el 2007 se vio involucrado en problemas de adulteración de documentos, prefiere olvidar ese triste momento de su vida y centrarse en todo lo que vive actualmente con LDU. “Defiendo la camiseta del club más grande del país y eso me motiva mucho.
Mi objetivo es crecer más en mi carrera y sacar adelante a mi familia”.El esmeraldeño sabe que los “aurinegros” tendrán un planteamiento muy distinto al presentado en Uruguay, donde los “albos” cayeron 1-0. “Será un partido diferente. Acá Peñarol saldrá a defenderse, a controlar más el balón, a quemar tiempo y hay que cuidar esos detalles”.
Todo el equipo revisó videos de los últimos cotejos efectuados por los “charrúas”, en condición de visitantes. “Esperamos sacar importantes conclusiones, que nos ayuden a sumar los 3 puntos”.Domínguez está convencido de que los “azucenas” accederán a segunda ronda.
“Debemos pensar en que tenemos dos finales acá y definiéndolas hacemos 9 puntos. Por ahí, si sacamos un empate en Argentina podemos pasar sin problema”.“Dida” se inició en Esmeraldas Sporting y después fue fichado por Esmeraldas Petrolero. Un paso fugaz, de 15 días por Barcelona marcó su vida.
Llegó a Quito y se reclutó en Espoli, pero la falta de un lugar de residencia complicó la asistencia a los entrenamientos con los policías. Siguió su ruta y encontró a Luis Bolaños (padre del “Chucho”, ya fallecido), quien le abrió las puertas “azucenas”. En el club permanece hasta hoy .“Lo mejor fue llegar a Liga, he vivido grandes momentos aquí y mi objetivo es afirmarme como el titular del arco”.
Con el preparador de goleros, Gustavo Flores, mantiene una cordial relación que trasciende lo laboral. “Alexander tiene muchas condiciones y con trabajo va a llegar muy lejos”, dice Flores.
Junto a la consagración deportiva espera cumplir su sueño personal de dominar el idioma inglés. “Es algo que lo estamos arreglando con la gente de Liga“, ojalá todo se dé y pueda estudiar”.