Giannina Lattanzio es una de las armas de ataque que prevé utilizar la entrenadora Wendy Villón, para el debut de la selección ecuatoriana esta tarde (14:45) contra Venezuela, en la primera jornada de la Copa América que arrancó ayer en Chile.

La delantera nacional, que actúa en Unión Española, considera que la experiencia de la Copa América anterior y la clasificación al Mundial representan un punto a favor de la Tricolor. Sin embargo, no se pueden quedar solo en palabras y quieren ratificar el mejor nivel del fútbol femenino local, a pesar de que para ella el crecimiento ha sido muy lento y, en ocasiones, se ha estancado.

Más allá de eso mira con positivismo lo que presentará la selección en el torneo, con la intención evidente de alcanzar una nueva clasificación al Mundial.

“Este equipo ha sumado bastante desde la clasificación. Hay muchas compañeras que juegan en el extranjero; con Unión Española hemos competido en la Copa Libertadores y, sobre todo, nos conocemos bien desde hace mucho tiempo”, manifestó la jugadora. 

En ese sentido resaltó la unión que existe entre las jugadoras que provienen del equipo guayaquileño, pero también con el resto de seleccionadas.

En su memoria se mantienen los recuerdos de la clasificación mundialista, de cómo lucharon para lograr el repechaje y cómo vencieron a Trinidad y Tobago en condición de visitantes.

También la experiencia mundialista en Canadá la marcó, pues se dio cuenta de la magnitud del evento al que se había ganado el derecho de participar. “Me di cuenta de que una mujer futbolista es tratada igual que un hombre. No hay diferencias”. 

A partir de Canadá 2015, Giannina empezó a probar en otra posición. Con mayor visión y experiencia, incluso la han alineado como enganche, dejando un poco de lado su faceta goleadora. Jugar de 9 es lo que más le gusta, pero más atrás en la cancha lo mantiene como opción. 

Lattanzio no ha parado de entrenar desde agosto del año pasado. Con el campeonato nacional tan corto que hubo en diciembre, muchas decidieron moverse por sus propios medios.

Las futbolistas de Unión Española tuvieron la ventaja de disputar la Copa Libertadores del año pasado, por lo que practicaron de forma constante para el certamen continental.

“Gía”, como la llaman sus compañeras, también formó parte de la selección femenina de futsal y apenas se bajó del avión tras la Libertadores en Paraguay -el club no accedió a la segunda fase- se concentró con ese combinado.

Jugar en una modalidad diferente a la habitual le brindó un panorama diferente. En el fútbol sala todo transcurre más rápido y esa agilidad mental la trasladó al campo del once contra once.

“Es muy técnico jugar ahí porque los espacios son más pequeños y debes ser rápida para decidir. Además, no se para casi nunca, por lo que no puedes distraerte ni un segundo. Eso he incorporado en mi juego”. (I)