En la plaza central de Sangolqui solo se habla del partido de esta noche. Familias enteras, portando la camiseta azul con rayas negras, llegan de a poco al estadio de la liga cantonal.

Los más entusiastas con el cotejo son los vendedores ambulantes. Eduardo González llegó esta mañana desde Guayaquil con 100 cornetas, solo le quedan 15.

Luis Pillajo elaboró 100 camisetas con él logo: Independiente, finalista. Si gana el partido de esta noche le pondrá: Independiente, campeón.

La iglesia de Sangolqui, como el resto de días desde que se inició la Copa Libertadores, amaneció con la bandera de Ecuador y del Independiente. El párroco Marco Calle señala que si gana el Independiente sería una gran alegría. Espera abrazar a los jugadores. Conoce al técnico Pablo Reppetto cuando bendijo el complejo del club. "Hoy ganamos", dice usando la bandera del equipo. El sacerdote peruano siente cada victoria del equipo como suya.

Edison Suntaxi va con toda su familia ( esposa y 2 hijos) al estadio. Su hermano Marco jugó en el club cuando estaba en segunda categoría. "Figúrese y ahora es el próximo campeón de América".

En el estadio, el sonido de las cornetas parece interminable, al igual que los ánimos de los hinchas que no dejan de flamear las banderas, que se comercializan por $1.

Si es que gana, los hinchas de Sangolqui aseguran que el festejo será en la pileta del parque central. Tienen listo todo desde mariachis hasta banda de pueblo. "Si ganamos hoy en Sangolqui, no se duerme", dice Roberto Villacis, exjugador del equipo y quien ahora forma a los niños de la liga cantonal.

Ambiente festivo

El estadio General Rumiñahui, donde el Independiente del Valle juega de local, abrió sus puertas a las 15:00 para recibir a miles de aficionados que podrán ver en pantalla gigante la primera final de la Copa Libertadores que se jugará en el estadio Olímpico Atahualpa ante el Atlético Nacional de Colombia.

Los balcones en Sangolquí lucieron banderas del cuadro 'negriazul'. Toda la ciudad estaba apoyando al equipo ecuatoriano. Tanto que en la iglesia el párroco Marco Calle ofreció una misa de protección a los jugadores.

Calle, además, portaba su camiseta del Independiente debajo de la chompa y también habría permitido que en el campanario de la iglesia se coloquen banderas alusivas al cuadro que jugará por primera en su historia una final de Copa Libertadores.

En los alrededores del estadio Rumiñahui tampoco faltaron los extrovertidos hinchas. Se podían observar autos con enormes escudos del cuadro 'negriazul'.

El ambiente en Sangolquí es de una fiesta. Todos anhelan ver levantar la Copa al humilde equipo que llegó a la final tras eliminar a 'monstruos' como River Plate, Boca Juniors, Colo-Colo y Pumas de México. (I)

En viviendas de calle Montufar #Sangolquí se colocaron banderas de @IDV_EC #FanáticoConIndependiente. Vía: @Maevaca pic.twitter.com/9cJ5aQ0k1O

— Fanático (@Fanatico_ET) 20 de julio de 2016

En las misas en #Sangolquí se pidió por protección de jugadores del @IDV_EC #FanáticoConIndependiente Vía: @Maevaca pic.twitter.com/8pSO624YXC

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