Barcelona se aleja de la posibilidad de jugar la final del campeonato ecuatoriano de fútbol, luego de igualar 2-2, ayer, ante el Deportivo Cuenca en Guayaquil. Los ‘canarios’ se estancan en la segunda posición de la tabla con 32 puntos a 2 del líder Independiente, que hoy podría ampliar su ventaja si logra vencer a la Universidad Católica.

Los 14 mil hinchas que llegaron al Monumental observaron a un equipo que generó opciones de gol, pero impreciso en el momento de marcar. Uno de los instantes más emotivos de la jornada se vivió antes del partido, cuando se decretó un minuto de silencio en memoria de la madre  de Máximo Banguera, que falleció la semana anterior.

Barcelona realizó su segundo mejor registro de disparos (23) en un partido; el récord del año hasta ahora es de 25 remates, que lo logró en la novena fecha también ante el conjunto del Deportivo Cuenca.  

Ya en el desarrollo del encuentro, los dirigidos por el uruguayo Rubén Israel tomaron el control de la pelota. Ely Esterilla, por el centro del campo, junto a Álex Bolaños y Matías Oyola fueron los jugadores que más participaron, pero al llegar cerca del área cuencana sus jugadas no terminaban con claridad.

Los defensas ‘morlacos’ Elvis Bone y Galo Corozo se convirtieron en dos auténticas murallas ante los remates y centros de los volantes y delanteros barcelonistas.

Cuando se jugaban 21 minutos una jugada confusa al borde del área de Barcelona terminó en el primer gol ‘morlaco’, a través de Juan Manuel Cobelli, que con un remate no tan potente venció a Banguera.

Los cuencanos, motivados por el gol, mejoraron en su accionar y adelantaron sus líneas para hacer daño a los locales. Pero ese buen juego solo duró seis minutos. Pedro Velasco, desde el sector derecho, habilitó a Ismael Blanco que con un certero remate de cabeza venció la portería defendida por Hamilton Piedra y decretó el empate 1-1 a los 29’.

El tanto fue una inyección anímica para los amarillos. Velasco y Geovanny Nazareno, por los costados, intentaron crear peligro, pero sus centros y habilitaciones no fueron aprovechados correctamente por los delanteros y volantes ofensivos.

Empujados por su público, los ‘toreros’ aprovecharon los espacios que dejó la zaga visitante para crear una jugada que terminó en tiro penalti a favor de Barcelona. A la ejecución fue Máximo Banguera, que asumió la responsabilidad con mucha convicción. Su remate se clavó en el costado izquierdo del arquero Piedra, que no pudo evitar el segundo gol de Barcelona (38’).

El portero ‘canario’ levantó sus manos y con lágrimas le dedicó el tanto a su madre. Sus compañeros lo abrazaron y el estadio de pie aplaudió el gol del portero ‘torero’. Con el marcador 2-1 a favor del ‘Ídolo’ los equipos se fueron al descanso.

Para el segundo tiempo Israel dispuso el ingreso de Michael Quiñónez en lugar de Aaron Peñafiel. Con esta variante, Barcelona ganó peso ofensivo, pero no claridad. En menos de 15 minutos desperdició 4 opciones claras de gol. Esterilla, Suárez y Blanco tuvieron sendas oportunidades de ampliar el marcador, pero sin éxito.

Con la intención de mantener el balón y el control de la media cancha ingresaron Flavio Caicedo y Christian Penilla, este último regresaba luego de superar una lesión. Pero poco pudieron hacer ante el orden y la marca de los cuencanos.

A los 40’, cuando los hinchas barcelonistas comenzaban a celebrar el triunfo, Cobelli marcó el tanto de la igualdad (2-2) luego de que su remate se introdujera en un ángulo del arco defendido por Banguera.

El próximo encuentro de Barcelona será el Clásico del Astillero, que lo jugará este miércoles en el estadio George Capwell.