La cantera de Independiente le puso cinco goles a Emelec
La imagen se repite otra vez con Emelec. Si la semana pasada los hinchas reclamaron el mal desempeño del equipo contra Olimpia en la Copa Sudamericana, ayer contra Independiente por el torneo local no fue distinto. Los “eléctricos” regresaron a casa con cinco goles e incertidumbre por los últimos resultados.
Independiente y Emelec partieron en igualdad de condiciones e intenciones. El equipo local apeló, como acostumbra en los últimos partidos, a la cantera del club y hoy contó con 5 juveniles en cancha: Luis Caicedo, Leonel Ramírez, Junior Sornoza, Henry Rúa y José Ayoví.
La fórmula le dio resultados al DT Carlos Sevilla porque fueron la base del triunfo de Independiente. Pero antes, el trámite estuvo igualado y los “eléctricos” fueron los primeros en golpear con el trío de atacantes. Énner Valencia jugó como nueve, junto a Marcos Caicedo y Walter Iza, y en los primeros minutos tuvieron chances de anotar.
El equipo del Valle también propuso y Henry Rúa avisó con su buena pegada. Probó a Wilmer Zumba con un potente tiro que tuvo que contener en dos tiempos. La más clara para los azules se produjo en un contragolpe rápido. Valencia cedió a Iza y el “Conejito” no pudo anotar ante la salida de Librado Azcona.
Después empezó el show de los juveniles de Independiente y, desde los 23, Emelec solo fue un espectador. Primero llegó el tanto de Rúa, que se perfiló de zurda para cobrar un tiro libre y lo clavó en un ángulo. Solo 5 minutos después (28’) apareció Sornoza, quien aprovechó una jugada de Narciso Mina por la derecha -tras robar el balón a Óscar Bagüí- y marcó el segundo.
En las gradas, la hinchada de Emelec, que prácticamente copó la tribuna vieja del estadio General Rumiñahui, se empezó a desesperar por el resultado y pedía la salida de Juan Ramón Carrasco a gritos. El DT uruguayo no salió de la banca de suplentes hasta los 40’ del primer tiempo, cuando dio una indicación y casi de inmediato regresó a su lugar. Mientras que Sevilla no dejó de dar indicaciones y vivió el partido al borde de la cancha.
Nuevamente la cantera del equipo del Valle fue protagonista del tercero, cuando Sornoza habilitó a José Ayoví, que con una gambeta corta se sacó de encima a Zumba y anotó la tercera diana a los 42’.
Solo un minuto pasó para que Sornoza consiguiera la cuarta, con un fuerte disparo desde fuera del área, imposible para Zumba. La goleada estaba consumada e Independiente solo necesitó de un tiempo para liquidar a Emelec.
La hinchada visitante se alborotó por lo que sucedía en el terreno de juego y la Policía se reforzó en ese sector para evitar desmanes. Carrasco se dirigió enseguida al camerino cuando terminó el primer episodio, sin voltear para ver a las gradas de donde venían los reclamos de los hinchas.
En la segunda etapa Carrasco sacó a los dos centrales, Marcelo Fleitas y Eduardo Morante. Ingresó Luis Zambrano y Pedro Quiñónez, por lo que José Luis Quiñónez retrocedió al centro de la zaga.
Al igual que en el primer tiempo, el uruguayo no salió del banco para dar indicaciones y un sector de la hinchada continuaba cantando, mientras que otro dejó de hacerlo, para solo ver con incredulidad lo que sucedía en Sangolquí.
Emelec tuvo un par de ocasiones para descontar, primero con un tiro de Gaibor que salvó Azcona y luego una más clara de Ángel Mena, que el golero sacó nuevamente.
Sevilla se dio el lujo de contar con seis juveniles en cancha, con el ingreso de Fernando León por el argentino Leandro Guaita, durante gran parte del segundo tiempo.
El “ole” llegó temprano en la segunda etapa y la hinchada azul retiró todas las banderas que colgó, salvo una en la que se leía: “Amor por los colores, no por los jugadores”.
Al final, Carrasco se marchó de inmediato, sin hacer gesto alguno y con las manos en los bolsillos. A la salida, los hinchas se volcaron contra el DT, mas no con los jugadores, pero la acción de la Policía fue efectiva para evitar cualquier incidente. Mientras que al otro lado todo era festejo por la goleada.