Kaká y Nacho le dieron brillo a la Noche Amarilla
Ronaldinho aportó con magia en 2016, Forlán nunca paró de correr en 2017 y Kaká provocó cuatro estallidos de júbilo la noche del sábado en el estadio Monumental.
El primero cuando fue presentado por el animador y apareció sorpresivamente flotando sobre una tarima, el segundo cuando marcó el 2-0 a favor de Barcelona, su equipo por un partido, el tercero cuando anotó el 5-1 con una corrida que terminó en un toque de billa hacia la red, y el cuarto cuando se despidió de la gente que lo ovacionó desde que pisó el aeropuerto de Guayaquil.
Kaká, ya retirado y con 35 años, cumplió con su deber: dar un poquito del talento que derrochó en diferentes canchas del mundo con las camisetas de Brasil, Milan, Real Madrid y Sao Paulo principalmente.
Con toques de primera, haciendo sociedades con Beder Caicedo, Matías Oyola, Damián Díaz o Ariel Nahuelpán, Ricardo Iseczon Dos Santos deleitó a los aficionados que disfrutaron además de la música de diferentes artistas, show de luces, juegos pirotécnicos y de la voz de los cantantes Luciana Hackman -entonó el himno de Barcelona- y el venezolano Nacho.
Tras un 4-1 en el primer tiempo, con tantos de Nahuelpán, Kaká, Oyola y Esterilla, los espectadores creyeron que la noche había llegado a su éxtasis, pero apareció Nacho para devolver la adrenalina que se pierde en el entretiempo. Sus canciones pusieron a bailar a los emocionados hinchas que ya pensaban en qué momento abandonar el escenario para evitar el embotellamiento vehicular de costumbre.
Nacho se puso la amarilla y pidió conocer al astro brasileño, que a su regreso a la cancha se estrechó con el cantante en un abrazo y luego le firmó la camiseta.
Barcelona ofreció un espectáculo completo paseándose en el campo de juego ante un rival ligero que apenas pudo defenderse con goles de Luis Tejada y Renzo Sheput. (I)