Jhon Jairo Cifuente es feliz en Barcelona
Jhon Jairo Cifuente no era feliz en Egipto. Su familia tampoco lo era. Él, su esposa Katiuska Paneso y su hijo Jhon Jairo Jr., no se adaptaron a las costumbres de este país del noreste de África. Tampoco se acostumbraron a su comida extraña y nunca aprendieron a hablar árabe, el idioma oficial de ese país.
El delantero esmeraldeño de 27 años siempre necesitó un traductor para comunicarse con sus compañeros y con el cuerpo técnico del Pyramids FC, el equipo que pagó $ 5 millones por sus derechos deportivos por dos temporadas y media y en el que apenas jugó 14 partidos en los últimos ocho meses, con un saldo de 3 goles.
En Egipto, Cifuente y su familia se radicaron en Beni Suef, una ciudad ubicada en las riberas del Nilo, a 115 kilómetros al sur de El Cairo, la capital, con poco más de 230.000 habitantes. Pero extrañaba Ecuador.
La salida del estratega argentino Ramón Díaz de la dirección técnica del equipo, en mayo del 2019, fue el mayor punto de inflexión en su aventura egipcia. El nuevo adiestrador, el francés Sebastián Desabre, le dijo a Cifuente que no contaba con él para disputar la Premier League de ese país.
El club pensó en cederlo a algún equipo de Europa, pero nunca llegaron las ofertas. Se lo ofrecieron al Monterrey de México, pero no se concretó.
El Pyramids FC quería deshacerse de él a como diera lugar. Por eso no dudó en finiquitar su contrato con el jugador. Cifuente llega a Barcelona por tres temporadas y sin costo alguno para la institución amarilla. Lo confirmó este miércoles 12 de septiembre de 2019 el presidente del club, José Francisco Cevallos, durante la presentación del centrodelantero, en el estadio Monumental.
Allí estuvieron Katiuska y su hijo. Mientras Jhon Jairo daba una entrevista para un canal de televisión, ellos jugaban y correteaban en la cancha del Monumental. Los tres sonreían. “Mi familia y yo somos felices otra vez”, dijo el jugador cuando le preguntaron por qué había cambiado la comodidad económica de la liga egipcia por el fútbol ecuatoriano.
Una revancha pendiente
Jhon Cifuente siente que se marchó del balompié nacional con una mala imagen, pese a los 37 tantos que marcó en 2018 con Universidad Católica y que lo consagraron como el máximo goleador mundial ese año.
Se siente en deuda porque en agosto del 2018 el colombiano Hernán Darío Gómez, extécnico de la selección, lo expulsó de la convocatoria por llegar supuestamente 10 minutos tarde a la concentración. El mismo día que debía presentarse en la Casa de la Selección, Cifuente viajó a Esmeraldas por asuntos familiares y su vuelo de retorno se retrasó.
Ahora, con el “Bolillo” fuera de la Tricolor, Cifuente quiere volver a ser convocado. “Llego al equipo de mis amores, soy barcelonista, mi familia también lo es”, confesó el “Degollador”, como también se lo conoce.
Pese a que está a disposición del entrenador Leonardo Ramos, su debut en la LigaPro deberá esperar hasta el próximo año 2020 porque el libro de pases está cerrado. (I)