La práctica amistosa entre los alternantes de Liga de Quito, que se efectuó ayer en el complejo de Pomasqui, y donde hizo de árbitro el técnico Edgardo Bauza, incluyó un duelo casi personal entre William Araujo y Patricio Urrutia, quienes esta vez no fueron compañeros, sino rivales.

Y eso se tomaron muy en serio ambos jugadores. Tanto que, por la pelea del esférico, terminaron en duelo boxístico. Fueron  dos golpes de puños que ambos intercambiaron. Enseguida intervinieron  sus compañeros para separarlos.  El arquero José Francisco Cevallos se encargó del “Pato” y el defensa José Valencia lo hizo con Araujo.

Todo lo miró de cerca el estratega, que muy sereno dijo: “ Es algo normal que sucede en todos los equipos, pero todo quedó solventado enseguida. Siguen siendo amigos”.

Esa versión la confirmó Urrutia. “Lo del incidente fue algo aislado. Ambos estábamos muy metidos en ganar el partido y al calor de él nos excedimos, pero todo quedó ahí. Nuestro compañerismo no se ha visto alterado para nada”, aseguró.

Al margen del incidente, los titulares “albos”, que regresaron de Argentina tras empatar con Independiente, cumplieron  trabajos regenerativos. Desarrollaron breves trotes, estiramientos y gimnasio.

El fisioterapista Jaime Flores fue el más ajetreado.  Transitaba de un lugar a otro para asistir con masajes musculares a los futbolistas. Incluso ayudó con la funda de hielo para combatir la hinchazón de la rodilla derecha que presentó el defensa Giovanny la “Cuchara” Caicedo.

El único que no necesitó ayuda fue el atacante argentino Hernán Barcos, quien fue el primero en abandonar la tarea muscular e irse a la ducha.

El “Pirata” está descartado para el duelo ante Deportivo Quito. Le restan por cumplir dos partidos de suspensión, tras la expulsión que sufrió  el 20 de marzo ante Liga de Loja.

Un punto separa a los protagonistas del duelo quiteño, que se escenificará mañana en el Atahualpa, a las (19:00). Los “chullas” tienen 23 unidades,  los “albos” 22 y un partido menos.