El inicio fue difícil. Después de sus primeros partidos como jefa médica de la Universidad Católica, Lorena Guayasamín tuvo que salir corriendo del camerino. Los jugadores del plantel no recordaban su presencia y al final de los cotejos se retiraban sus uniformes sin percatarse de su presencia.      

Ahora no hay problema, solo fue un gesto inconsciente de los jugadores que ella recuerda como una anécdota. El respeto mutuo es la base de la relación profesional que tiene con la plantilla. Guayasamín es la única mujer al mando del cuerpo médico entre los 12 clubes de la serie A.

Hace 2 meses,Guayasamín está al mando del cuerpo médico del ‘Trencito Azul’, luego de la salida por asuntos personales del galeno  Francisco Naranjo. Sin embargo, la profesional ya trabajaba en el club desde 2012, a cargo de las divisiones formativas.

Su ingreso al equipo no fue algo fortuito ni casual. Ella trabajaba como voluntaria en la Cruz Roja, luego de graduarse en medicina general en la Universidad Central del Ecuador. El gerente del club en ese tiempo, Oswaldo Paredes, le dio la oportunidad, ante la necesidad de un médico joven para las formativas. Guayasamín aceptó la propuesta sin dudar, pues uno de sus anhelos profesionales era trabajar en el área deportiva. Desde pequeña había jugado baloncesto y en algún momento llegó a formar parte de un equipo profesional de ese deporte.  

En 2014 reemplazó a Naranjo en algunas ocasiones y trabajó con él, bajo su pedido, como una forma de respaldo. En un principio tuvo algo de nervios y temor por formar parte del equipo principal, pero de a poco entró en confianza con los futbolistas y el entrenador argentino Jorge Célico.

El DTla define como una persona trabajadora y profesional, además de que vive con intensidad el deporte. Es la primera vez que Célico trabaja con una mujer dentro de su plantel, pero desde el primer día se integró a la dinámica del grupo sin inconvenientes.  

El estratega no recuerda algún episodio de machismo o rechazo contra Guayasamín, pero ella sí mencionó uno de ellos. El año pasado, en un encuentro contra Deportivo Cuenca, ella salió al campo de juego a atender a un jugador lesionado y desde la tribuna escuchó ofensas contra ella. “Esa ha sido la única ocasión que he escuchado insultos. Después me parece que la gente se ha acostumbrado a ver a una mujer como parte de un equipo masculino”, comentó la profesional a EL TELÉGRAFO.

Por ahora no trabaja a tiempo completo en Universidad Católica, pues cuando ingresó a las formativas ese era el acuerdo. Comparte su labor en la ‘Chatoleí’ con un trabajo de planta en el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Santo Domingo.

Por esa razón debe moverse regularmente entre Quito y Santo Domingo. Dos días a la semana está con el equipo, además de los días de partido, mientras que el resto de la semana atiende a los pacientes en el área de emergencia.

Sin embargo, la distancia no hace que descuide su trabajo con Universidad Católica. Está en permanente contacto con el fisioterapista David Maldonado, quien le informa de alguna novedad en las prácticas o de cómo avanza la recuperación de algún futbolista.

Ella quiere resolver esa situación, para mantenerse cercana a la plantilla. Además, actualmente cursa una especialidad en medicina del deporte, en la misma UniversidadCatólica, donde se graduó.  

Dentro del equipo mantiene mayor cercanía con el juvenil Haminto Prado, a quien lo vio crecer desde las formativas. “Vi su ascenso desde hace algunos años y por eso lo conozco más. Está surgiendo y hay buena expectativa por su talento”, expresó Guayasamín.

Ese trajín no le afecta porque, a pesar del cansancio físico, encuentra en su trabajo una gran recompensa. Sus padres son sus primeros fanáticos, pues se emocionan cuando la ven por la televisión o en el estadio cumpliendo su labor. Ellos encontraron una razón para ver el fútbol. (I)

Datos

Además de ser la única mujer a cargo del cuerpo médico en la serie A, también es la primera en hacerlo en un partido de Copa Sudamericana.

Guayasamín estuvo presente en los partidos de Universidad Católica contra el club venezolano Deportivo La Guaira en la primera fase de la Sudamericana, en la que su club cayó.

Ella opinó que en el caso de Eva Carneiro, médica del Chelsea, existió machismo al apartarla del primer equipo. Para la profesional, si hubiera sido un hombre, no habría tanta polémica en el tema.

Existe un código interno que conoce la plantilla y el cuerpo técnico, en relación al manejo del vestuario cuando la médica está presente en el mismo, para evitar situaciones inconvenientes.