La guatemalteca Ana Sofía Gómez llegó en silencio al concurso de gimnasia de los Juegos Panamericanos y se marchó con la ruidosa gloria que le concede haber conquistado dos medallas: un oro y una plata. Nada fuera de lo común, salvo que Gómez tiene solo 15 años y no figuraba en el grupo de las favoritas.

Se llevó la dorada en barra de equilibrio y la plata en el concurso individual. Le ocurrió lo mismo a su compatriota de los 20 kilómetros caminata, Jayme Amarilis Franco, una veinteañera que sorprendió a las favoritas locales y se embolsó el oro. Y también al boxeador ecuatoriano Ítalo Perea, de 18 años, que pasó como un ciclón arrollador para ganar el título de los pesados.

Gómez,  Franco y Perea forman parte del grupo de nuevas estrellas que han iluminado Guadalajara y que, en muchos casos, constituye la gran esperanza de sus países para Londres 2012.

Rodeada de algunas medallistas olímpicas y mundiales, Gómez mostró la osadía de la edad al competir en el concurso por equipos, pese a que Guatemala no estaba, con el fin de buscar su clasificación a las finales individuales.

Ana Sofía no solo consiguió su objetivo, sino que obtuvo la mayor puntuación de las 49 gimnastas, entre ellas la estadounidense Shawn Johnson, ganadora de un oro y tres platas en los Olímpicos de Pekín.

Su compatriota Franco grabó su nombre con letras doradas en la historia de los Panamericanos con un triunfo en los 20 km marcha, con  récord continental incluido. Jayme Amarilis hizo algo más. Y fue a reivindicar a su mamá, Evelyn Núñez, que había sido descalificada en la marcha de Río a falta de dos kilómetros para el final, cuando estaba en la pelea por las preseas.

“Estoy muy agradecida con mi madre porque   ella me encaminó aquí. Si ella no lo pudo (ganar una medalla), su hija sí. Quiero decirle que somos una y que la amo”.

Ítalo Perea apareció en el cuadrilátero mostrando una clase inusual con tan solo 18 años y para ser su primera participación en los Panamericanos. Noqueó en semifinales al puertorriqueño Gerardo Bisbal y derrotó al local Juan Hiracheta. “Me siento rey”, había dicho cuando ganó el acceso a semifinales. Al final, logró la corona en la categoría +91 kg. 

La cubana Arlenis Sierra creía que con solo 18 años  no podía aspirar a ser la “reina” en la prueba de 80 kilómetros en el ciclismo de ruta. Pero lo aferró “rezando a Dios en cada pedaleada”.  “Lloré de felicidad y alegría porque no pensé que con 18 años pudiera ganar esta medalla”, afirmó.

El voleibol femenino contó con torres que superaron el 1,90 de estatura, pero la “monarca” fue la joven dominicana Brenda Castillo, de 19 años y 1,67 metros de estatura, que se hizo con los premios a la mejor defensora, receptora y líbero del torneo. “Es la más destacada líbero del mundo”, señaló  Jiménez, estadístico del equipo dominicano, eliminado en semifinales por Brasil, ganadoras luego del título.

“¡Lo hice!”, gritó el venezolano Hersony Canelón, de 22 años, tras conquistar el oro de velocidad en pista, uno de los dos de su cosecha guadalajareña.

Canelón dedicó la medalla a su madre, quien está enferma de cáncer,  y que es su principal apoyo en el esfuerzo que ha tenido que hacer para alcanzar el podio.

“Dejar los estudios, la familia, entrenar día tras día... Son muchos sacrificios los que hay que hacer, pero vale la pena”, manifestó Canelón, cuyo sueño es clasificarse para Londres 2012 y lograr una medalla. 

El equipo chileno de pentatlón contó con la deportista más joven de los Panamericanos, Javiera Isabel Rosas, que llegó a Guadalajara con 14 años y se marchó con 15, que cumplió durante los Juegos.

Rosas quedó antepenúltima, pero mostró el atrevimiento de la edad al criticar a la organización de la prueba: “la piscina de pentatlón está deforme y el agua verde”.

Son las nuevas estrellas panamericanas, una generación dispuesta a pelear por las medallas cueste lo que cueste. Darán mucho que hablar.

Récords

Un total de 101 nuevos récords panamericanos, correspondientes a seis deportes, fue  establecido  durante los XVI Juegos Panamericanos, que culminaron el domingo. La disciplina más pródiga en nuevas marcas, pero también conocida por la fugacidad de las mismas, fue el levantamiento de pesas, con un total de 28, establecidos por deportistas de Colombia (11), Canadá (9), Brasil (4) y México (3) y República Dominicana (1).
Le siguió el tiro, con dieciocho