“El accionista busca utilidad, el retorno de su inversión. El aportante pierde dinero”, mencionó Santiago Ribadeneira, quien en las próximas horas decidirá si participa en las elecciones para la presidencia de Deportivo Quito.

Las palabras de Ribadeneira se refieren al nuevo modelo de gestión que aplicaría en la entidad si es que resuelve candidatizarse y llega a la presidencia. Dicho modelo se basa en el artículo 16 de la Ley del Deporte que permite a los clubes de fútbol profesional intervenir como socios o accionistas en la constitución de sociedades mercantiles.

La idea es que Deportivo Quito se convierta en el primer inversionista de la sociedad anónima  AKD y, como tal, perciba las utilidades que esta genere.

A través de la venta de acciones, la empresa obtendrá  ganancias y podrá superar la crisis. El capital inicial de AKD S.A. sería de 5’000.000 de dólares.

Añadió que durante su gestión se atacarán 3 frentes: deudas con los actuales jugadores, cuerpo técnico y resto de empleados del club; acuerdos de pago con otros acreedores y acuerdos de pago con quienes tramitaron a través de la FIFA demandas por haberes pendientes.

Detalló que el desembolso mensual por los sueldos de los trabajadores es de 190.000 dólares, y que existe un retraso de 3 meses. Las demandas en la FIFA más importantes son la del técnico Carlos Ischia y del delantero Iván Borghello, que bordean los 600 mil dólares.

De no haber candidatos para el directorio ‘chulla’, el 11 de este mes el club entraría en proceso de liquidación, pues ningún ente civil puede mantenerse sin representante legal que lo gestione.