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Ecuador, 29 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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El uruguayo dirigirá al club oriental en la serie A

El ‘Papá’ le permitió a Silva reivindicarse como técnico

El director técnico uruguayo Juan Ramón Silva da indicaciones a sus jugadores durante el partido de hace 2 semanas entre Macará y Aucas en Ambato. Foto: Marco Salgado.
El director técnico uruguayo Juan Ramón Silva da indicaciones a sus jugadores durante el partido de hace 2 semanas entre Macará y Aucas en Ambato. Foto: Marco Salgado.
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El 11 de septiembre de 2013 Juan Ramón Silva recibió el golpe más doloroso de su vida. Fue citado a la oficina de Edmundo Véjar, vicepresidente de Emelec, para recibir una noticia que consideró devastadora. El club ‘millonario’ había decidido reestructurar su semillero y no contaba con él para hacerlo. Silva estaba cesado. No iba más en su cargo de director de las divisiones inferiores del club guayaquileño.    

Ese despido tuvo un antecedente. Un día antes de que le notifiquen verbalmente su separación del club, Silva le había enviado una carta al presidente Nassib Neme. En ella le exigía que le cancele 4 meses de sueldos pendientes a varios jugadores de las escuelas formativas y a sus directores técnicos. Además, le pedía que arreglen las canchas de entrenamiento que se encontraban en mal estado. No hubo respuesta, solo una orden para que no continúe en el equipo.
“Dialogué con Juan Carlos Tarré (exdirectivo de Emelec), que es un abogado amigo. Me sugirió no dejar de ir a dirigir para que no se alegue que abandoné el trabajo. Pedí el despido por escrito, pero no me lo dieron y seguí yendo a Los Samanes”, recuerda el adiestrador uruguayo de 66 años.  

Pero el panorama se tornó más difícil para Silva cuando la mañana del 14 de septiembre intentó ingresar al complejo y el guardia del lugar le dijo que no podía entrar más. El despido estaba consumado. Fue el momento más doloroso que ha vivido el estratega durante los 30 años que ha trabajado en el balompié nacional. Sintió como si no lo dejaban entrar a su propia casa.   

Silva se ha acostumbrado a las adversidades. Unos meses antes de ser separado de Emelec estuvo muy enfermo. Los médicos le detectaron una deformación de la pelvis, a la altura donde empata con el fémur, por lo que pretendían ponerle una prótesis, pero una trombosis en las venas de la pierna izquierda impidió la intervención. Durante esos chequeos, los galenos decidieron hacerle también una tomografía axial computarizada con contraste a la altura del tórax, debido a una disnea o ahogo constante. Luego de un tratamiento de 4 meses, Silva recuperó la vitalidad y decidió seguir ligado al fútbol.

Hoy, esas malas experiencias forman parte del pasado. Ahora disfruta el ascenso a la serie A con Aucas, club al que ya dirigió en 1998 y al que estuvo a punto de clasificarlo a la Copa Libertadores de América. El cuadro ‘oriental’ representa para Silva una segunda casa.

Los jugadores del cuadro ‘oriental’, coprotagonistas de este ascenso junto al cuerpo técnico, consideran a Juan Ramón Silva como un amigo, pero que en el trabajo es exigente.

“El ‘profe’ siempre nos apoya y habla con nosotros para que estemos cómodos. En esta última semana, antes del ascenso, nos pidió que estemos tranquilos para que la ansiedad no nos venza”, manifestó el delantero Jimmy Delgado, el goleador del plantel con 21 tantos.

Por ello, a lo largo del año, el equipo vivió una fiesta en el camerino, con baile, música y juegos, actividades que el cuerpo técnico permitió para que los futbolistas se distiendan y rindan mejor durante los partidos.  

Pero cuando hay que prepararse para los enfrentamientos, el ‘oriental’ es riguroso en sus exigencias y perfeccionista. El volante Edwin Méndez comentó que durante las prácticas, Silva delega parte del trabajo a sus colaboradores. “Realizamos ejercicios físicos con o sin balón. Cuando ve algo que no le gusta, nos dice y repetimos hasta que nos salga bien”, comentó el futbolista que lleva 4 goles en esta temporada 2014.

El manejo del club a cargo del administrador Ramiro Gordón, en el que se empleaba un presupuesto ordenado, que no superaba los $ 2 millones y sueldos acorde con la realidad económica de la institución, sedujo al ‘charrúa’ en 2013.

Un mes después de su salida de los ‘azules’, Silva firmó como técnico de Aucas. Desde el primer día se propuso ascender al equipo a la serie A. “Es un proyecto que iremos (manejando) paso a paso, con un trabajo limpio y organizado y que llevaremos a cabo en conjunto entre los futbolistas y el cuerpo técnico”, comentó en ese momento.

Los jugadores deciden su futuro en este mes

La dirigencia de Aucas, liderada por su administrador Ramiro Gordón, mantuvo una reunión ayer por la mañana para definir aspectos sobre esta campaña que termina y planificar el próximo año cuando Aucas juegue en la serie A tras 8 años de ausencia. Se mencionaron temas económicos, sobre los auspiciantes, permanencia y contratación de futbolistas, entre otros.

El cuerpo técnico integrado por el estratega Juan Ramón Silva, el asistente y preparador físico Darwin Veloz y el preparador de arqueros Freddy Bone, está confirmado. Así lo estipulaba el contrato que firmaron en enero pasado, cuando inició su trabajo en el ‘Ídolo del pueblo’.

En esta campaña, Aucas manejó un presupuesto global de $ 2 millones, pero para el próximo año subirá a $ 3 millones.

El delantero Lauro Cazal se siente cómodo en el club quiteño y está en negociaciones junto a su representante Johan Wilson, para que Aucas adquiera el pase definitivo del paraguayo de 28 años.

Según Ramiro Gordón, se dialogará con los futbolistas que integran el actual plantel para proponerles continuar en el ‘Papá’. Ellos tendrán lo que resta del mes de noviembre para decidir si quieren continuar o no en el club. Ayer los jugadores tuvieron día libre, hoy regresarán a las prácticas.

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