ángel mena puso en ventaja a los azules a los 19’. la revancha será el domingo en el capwell
El oportunismo de Ismael Blanco prolonga el suspenso de la final (Galería)
Ismael Blanco le ‘amargó’ una vez más la noche a Emelec. El delantero argentino marcó ayer, a los 88 minutos, el tanto que le dio el empate 1-1 a Barcelona sobre los ‘eléctricos’, en la primera final del Campeonato Nacional que se jugó en el estadio Monumental. Ángel Mena había puesto en ventaja a los ‘millonarios’ a los 19’ de la primera etapa.
El empate prolonga el suspenso y lo traslada al estadio Capwell, donde este domingo (16:30) se disputará el partido decisivo que definirá al campeón de la temporada. El tanto en condición de visitantes les da una leve ventaja a los azules debido a que vale doble, según la reglamentación de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Un empate sin goles o un triunfo por cualquier marcador los convertiría en los monarcas del fútbol nacional.
Barcelona, por su parte, está obligado a marcar en la ‘Caldera’. Un empate 1-1 conduciría la serie a penales, mientras que la igualdad por más de un gol por bando le daría la corona a Barcelona. Una victoria por cualquier marcador también le sirve a los amarillos para asegurar su estrella 15.
Blanco se ha acostumbrado en este segundo semestre del año a marcarle a Emelec. Se ha convertido en una suerte de verdugo, ya que le marcó en los dos clásicos de la segunda etapa. El ‘Zorro’, como lo apodan, mostró ayer una de las cualidades que identifican a todo delantero: el oportunismo.
Emelec se fue con “bronca” del partido, puesto que hasta antes de los 88 minutos tenía el triunfo asegurado. Es más, considerando el nivel de juego que mostró Barcelona, los ‘eléctricos’ pudieron haber ganado por 2 o más goles. Emelec fue superior a los ‘toreros’, pero aquello no se reflejó en el resultado.
El estratega argentino Gustavo Quinteros le dio una instrucción clara al juvenil Robert Burbano y al paraguayo Fernando Giménez. Los dos recibieron la tarea de bloquear, por las bandas derecha e izquierda, a los laterales de Barcelona: Giovanny Nazareno y Pedro Pablo Velasco, que en otros partidos fueron un aporte significativo en el juego ofensivo ‘canario’.
Ese control que logró Emelec por las bandas, sumado a los constantes errores en los que cayó la zona de volantes del cuadro local, ayudó a que los dirigidos por Quinteros asumieran la iniciativa de juego. Lo hicieron con toques precisos y triangulaciones que por momentos hacían ver impotentes a los volantes de marca amarillos.
La idea básica del planteamiento azul fue sostener el control de la pelota el mayor tiempo posible y cerrarle los espacios a Barcelona. Durante el primer tiempo y en los primeros minutos del segundo, la táctica dio resultado.
En Barcelona, en la primera etapa, los errores fueron constantes. Luis Caicedo, que fue sustituido en el entretiempo, perdió el balón o lo entregó mal en 5 ocasiones. A Luis Checa y Álex Bolaños también les costó entregar la pelota con precisión y salir de su área con el esférico dominado.
En el mediocampo del equipo que dirige Rubén Israel primó más la lucha que el buen trato de pelota. Incluso Matías Oyola, uno de los símbolos del cuadro local, no tuvo ayer un buen partido. Quizá por el desgaste que demandó el cotejo del domingo pasado ante la Universidad Católica en Quito, o porque la marca de Emelec en esa zona fue escalonada y constante.
La falta de ideas para crear jugadas de peligro obligó a Barcelona a recurrir al pelotazo como argumento. Pero esa no fue la mejor opción, debido a que los centrales de Emelec estuvieron precisos para rechazar la pelota y muy concentrados para el anticipo.
En el segundo tiempo, Israel leyó bien el partido. Se dio cuenta de que el juvenil Aarón Peñafiel no era un aporte significativo en ataque y que Luis Caicedo era innecesario, ya que la decisión era atacar y buscar el tanto del empate. Y llegó.
En lugar de los dos ingresaron Michael Jackson Quiñónez y Ely Esterilla, que le dieron más movilidad al medio campo.