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El número de seguidores del Delfín Sporting Club aumentó en la presente campaña

El número de seguidores del Delfín Sporting Club aumentó en la presente campaña
Fotos: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
10 de julio de 2017 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

Llega el día del fútbol. Para Miguel Flores (52 años) es momento de huir literalmente de su rutina diaria cuando le toca  jugar al equipo de sus amores, Delfín Sporting  Club, ganador de la primera etapa del Campeonato Nacional de Fútbol, finalista del torneo y clasificado a la Libertadores.

Toma una vestimenta, quizás una de sus favoritas y muy particular; se la coloca. Con ella parte siempre a apoyar a su club. Su rostro queda al descubierto, solo la pintura azul y amarillo resaltan en algunas ocasiones. En el resto del cuerpo luce el disfraz de perro, que llama la atención de quienes no lo conocen.

Desde hace 23 años quiso vestirse e  identificarse de esta manera, con lo que demuestra toda la pasión y adrenalina  que le hace sentir el elenco que entró a su corazón desde el momento de su fundación, el 1 de marzo de 1989. Fue como un amor a primera vista. Es este hombre que contagia a los demás con su alegría el que comenzaba el rito de lanzar el  ‘perro muerto’ desde las gradas de la general que pasaba por localidades, eso  fue hasta hace unos 10 años atrás. En la historia del club a Flores se lo cuenta como uno de los primeros y fieles hinchas  del elenco, de esos que están en las malas y buenas.

Forma parte de la barra del ‘Perro Muerto’, una de las dos organizaciones identificadas que apoyan al llamado ‘Ídolo del puerto’. El grupo del que es parte Flores, liderado por Jacinto Briones, lo integran 600 ‘socios’; la campaña del club ha hecho sumar a más adeptos, que hasta diciembre del año pasado llegaban a 300. En ese mes la otra barra, ‘Banda Cetácea’, al mando de Álex Espinal, conocido como ‘Payaso’, tenía 100 seguidores en su lista, pero desde inicios de 2017 ya cuenta con 200 integrantes. Es decir, la pasión por el Delfín se multiplicó.

Briones  destaca que la hinchada creció, pero si es de ponerse la mano en el corazón estima que los fieles y entregados por amor al club en su barra son unos 250, que han estado en todo momento.  En su grupo no existen tasas mensuales por ser parte de la agrupación. “Recogemos recursos cuando se juega afuera de la ciudad”.

En el otro bando, el de Álex, mantienen reuniones  una vez al mes. Recaudan  una mínima cuota –no detalla cuánto es- que queda como fondo; adicionalmente venden stickers y pulseras  para autofinanciarse los viajes y adquirir implementos.

La escuadra ‘cetácea’, que ha ganado simpatizantes desde su creación, es considerada uno de los tres ídolos que ha tenido la ciudad y eso lo destaca el historiador del fútbol local, Eduardo ‘Tucho’ Velásquez. “Manta ha tenido tres ídolos: primero Juventud Italiana, luego Manta Sport y ahora  Delfín SC”.

Del primer ídolo alcanzó a escuchar algo Ramón Briones (46 años). “Sé que jugaba en los tiempos en que estaban América y River Plate. Yo en esa época no sabía que era ídolo pero supe que tenía seguidores”, comenta este comerciante de verduras de la Zona Comercial Nuevo Tarqui.

Comenzó a sentir esa pasión por un elenco ídolo cuando surgió el Manta Sport. Solo acordarse de su descenso le arranca lágrimas. Hace un momento de silencio y revive con mucha nostalgia esa época. “Tenía unos 10 años cuando descendió, lloré en aquel tiempo, nos quedamos sin equipo. Fue algo que no merecíamos y toda ese amor que sentíamos se quedó ahí, se apagó”.

La afinidad por el Manta Sport inició escapándose de su casa para ver a esta desaparecida escuadra; se convirtió en pasabolas del estadio Jocay con el fin de estar cerca.

Recuerda  como gol más hermoso el 1-0 ante El Nacional marcado por Gerardo Ríos. “Aquel tiempo fue una bola  que la cogió en el borde del área,  la bajó con el pecho, hizo como cuatro cascaritas y sacó un derechazo”. 

Ramón se olvidó de todo y fue a festejar  y a abrazar al autor de la conquista. Rememora de este cuadro a figuras como Edilfo Nazareno, Insfrán, Roque Valencia, José Ballesteros y los hermanos Mera.

“Manta Sport siempre llenaba el estadio pero Delfín lo ha superado, será porque la ciudad era más pequeña”. Es el club ‘cetáceo’ el que ha calado en su corazón y al que le pone toda su atención. “Soy de esos hinchas que ha estado en todo momento”. En su memoria también está  el descenso en Ambato. “Perdimos con el Técnico Universitario y ahí estuvimos”.

Hinchas son solidarios

Pero estos hinchas no solo quedan en los gritos, en cánticos, en viajes; también han sido solidarios en el momento que los jugadores han necesitado de su mano. “Llevábamos agua en bidones a las prácticas para que los muchachos se hidrataran en una época donde no había recursos en el club y los jugadores no recibían su sueldo”.

Briones comentó que como trabaja con su hermano Jacinto en el mercado cogía verduras y frutas con otros mercaderes y les llevaban a los jugadores. “De eso se trata una hinchada, de ser una familia, estar en todas”.

Estos hinchas también tienen anécdotas de lo que es su amor por la camiseta de Delfín. En un partido en Calceta, donde el club se jugaba la clasificación al zonal de ascenso, varios hinchas se llenaron de garrapatas por ir a recoger una pelota para que la jugada continuara. “Hemos vivido de todo”, dice Ramón, quien narra de cómo nació el nombre de la barra.

Fue precisamente por un perro muerto que lanzaban. Recuerda que como el elenco llevaba un revés ante un elenco del Astillero -no se acuerda cuál era- un flaco del barrio Santa Martha se bajó y se dirigió a un montículo de desperdicios que había en el lugar (hoy es una molinera), cogió un perro que se podría y lo amarró.  Al subir a las gradas comenzó a desafiar ‘ah, no van a cantar, no van a alentar entonces se los lanzó’. Ese partido se ganó 2x1 y fue así como el perro muerto se convirtió en cábala.

Esa distracción se mantuvo hasta hace más de 10 años en que los socios de la barra hicieron conciencia y al ver que madres y niños ya no querían ir al estadio por ese motivo, decidieron cambiar al animal muerto por un peluche. Surgió ‘Beethoven’, que hace dos años se perdió, pero ahora lo reemplaza otro animal de felpa.

Delfín también es la pasión de  Jorge Vera. Este hincha alcanzó a ver al Juventud Italiana, que le agradaba su fútbol y del cual recuerda a Stalin Barberán, ‘Cachorro’ León,  Joel León. “Después hubo una renovación”.  Nombra a los Alarcón, los Párraga, “esos eran buenos jugadores del Juventud Italiana que pasaron luego al Manta Sport”.

A Vera le dio tristeza el descenso de ese equipo, pero al aparecer Manta Sport le dio apoyo. “Manta Sport hizo buenos campeonatos.  Jugaban ‘Chicho’ Uribe, ‘Juaneco’ García, los Párragas, Arteaga, Loberty Macías, entre otros”.

Cuando desapareció, otra vez regresó la nostalgia. Habían equipos como Green Cross que no le llamaban la atención. Le  agradó mucho el Delfín porque comenzó desde abajo. “Tengo 28 años siendo hincha de este verdadero ídolo”.

Ha vivido con el club la etapa dulce y la amarga que fue cuando estuvo a punto de desaparecer, pero considera que la buena labor dirigencial de José Delgado permitió que el equipo se mantenga.

Para Vera, el club ‘cetáceo’ se metió al corazón poco a poco. Este mantense ahora se alista porque quiere vivir la Copa Libertadores tan cerca como los jugadores. Explica que no bajará los brazos y lo seguirá a todos lados.

Álex Espinal (30 años) dice que su amor solo ha sido por uno de los tres equipos: Delfín. “Los otros no los alcancé a ver, pero sí he escuchado mucho”, explica el líder de la ‘Banda Cetácea’, integrada por jóvenes de la ciudad.

Es hincha de Delfín desde los 15 años. Antes fue integrante de la barra ‘Perro Muerto’. Asegura que pese a que en la ciudad existieron Green Cross y el Manta FC no le han llamado tanto la atención, no así Delfín.

Él creó la barra junto con Jénner Valencia, Ramón Moreira y Jorge Delgado y cree que se seguirán sumando a esta pasión de ser hinchas del elenco de casa. “El único requisito para ingresar al grupo es que sea delfinista”, acota.

Pero así como hay hinchas que pertenecen a grupos, existen quienes son independientes como Antonio Anchundia, David Palacios y Leonardo Anchundia, del barrio La Paz. A ellos les ha tocado viajar a los partidos con sus propios medios.

Otro hincha que apoya por su lado es Carlos Chila; en el último partido en casa infló 250 globos y los regaló, para que los niños apoyaran al ídolo del puerto. (I)

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