El defensor Hernán Pellerano necesitaba volver a sentirse futbolista. La fisura en una de sus vértebras lo obligó a parar por dos meses; aquello implicó una recuperación en soledad y lejos del balón.

Sentirse futbolista para él significa estar junto con otros colegas, entrenarse a diario con sus compañeros en Liga de Quito y vivir esa camaradería en el vestuario. Ahora lo vive de nuevo y ya recuperado por completo de su lesión, aguarda con paciencia la oportunidad que le otorgue el DT Pablo Repetto.

Liga de Quito es el séptimo equipo de su carrera y siente que a sus 33 años vive una etapa de mucha sabiduría y experiencia como defensor. En Quito, tiene la oportunidad de compartir con su hermano mayor Cristian, que juega en Independiente. Siempre unidos, ahora juegan desde distintas trincheras.

¿Cómo se ha sentido en las primeras semanas en Quito? Tenía referencias del fútbol ecuatoriano?

Bien, muy contento. Estoy adaptándome a la altura, llevo ya una semana entrenando con el equipo. Me recibieron bien. Lo que sabía del fútbol ecuatoriano y lo que estoy viviendo en carne propia, es que son muy verticales, tienen delanteros peligrosos. También que hay partidos muy abiertos, que si la defensa no está atenta, en cualquier momento te generan una ocasión de gol. Son cosas que como defensor debo ver.

¿Qué representa para usted volver a entrenar tras la para por la lesión de espalda?

Eso siempre es lindo. En España tuve una rotura de ligamentos, que me llevó a estar cinco meses solo prácticamente, hasta volver a juntarme con mis compañeros. Lo más lindo de esto es la unión, el trabajo en equipo. La soledad con la que se entrena es fea; debes sacar fuerza de donde no tienes para seguir.

Cuando ocurrió la lesión en un lugar delicado como la espalda, ¿cuál fue su primer pensamiento?

Uno se asusta, porque primero está la salud. Gracias a Dios no tuve dolor y después está lo otro: ¿en cuánto tiempo volverás a jugar? Los médicos que consulté me dijeron que, más allá de que haya sido una fisura, no era una lesión que me iba a traer problemas mañana. Una vez que cicatrice, ya estará más fuerte. Ahora todo está soldado.

¿Siente ansias por jugar ya?

Ansias siempre siento, pero más que nada por estar con el equipo. Entrenar todos los días, hacer fútbol con ellos, correr junto al grupo. Siempre digo lo mismo: lo más lindo del fútbol es la convivencia y estar juntos. Lo otro, juegan 11 y siete van al banco de 24. Depende del entrenador.

En este momento de su carrera, ¿cómo se siente como persona y futbolista?

Cuanta más experiencia tienes, recaes un poco en lo físico, pero la cabeza te lleva a trabajar otros aspectos. Por ahí el tiempo, la distancia, la forma de hablar. Ahora tal vez corro menos que antes, pero también corro mejor. Estoy en esa etapa. Con mucha experiencia, mucha sabiduría.

¿En algún momento estuvo para la selección Argentina?

Hice toda la etapa sub-20. Luego fui citado por el ‘Coco’ Basile para la selección y no pude ir a un amistoso. Fui una vez más y ya no volví. Fue una experiencia muy linda, compartir con esas figuras. Queda la sensación de llegar al predio de Ezeiza, de vestir la camiseta de la selección. Tenía 22 años.

Allí compartió con uno de sus referentes, Rubén ‘Ratón’ Ayala. Después a usted lo tenían como referente. ¿Qué significa para usted?

Con Nicolás Otamendi da la casualidad de que salimos del mismo equipo; cuando yo estaba en primera él estaba en inferiores. Él había dicho que el espejo a seguir era yo y ahora es al revés. Es lindo que me haya tenido como ejemplo. El fútbol más allá de ser un deporte es enseñanza de vida, es una profesión que enseña a valorarte tú, a valorar el compañero.

¿Por qué ha pasado aquello de estar más en el banco que jugando?

Competencias sanas. Arranqué en Vélez siendo suplente, luego fui titular y me fue bien. Dos años después fui a Europa, allá es otra competencia, arranqué de atrás, luego me gané el puesto y luego lo perdí. Lo importante, más allá de jugar o no, es la tranquilidad con la que lo tomes y cómo entrenes. Si entrenas al máximo, sabes que después ya no depende de ti, depende de los gustos del entrenador. Otra cosa es relajarte.

Es la segunda ocasión que puede compartir con su hermano en una liga fuera de su país. ¿Cómo ha sido?

Tuvimos la suerte de estar en Tijuana, en México, no solo en la misma ciudad, si no en el mismo equipo. Empezamos los dos en Argentina jugando en contra, jugamos los clásicos, luego cada uno hizo su carrera y se fue por su lado. Después de cuatro años volver a juntarnos en la misma ciudad es muy lindo. (I)

Repetto y Soler alistan el clásico de mañana
El entrenador de Liga de Quito, Pablo Repetto, no ve a su equipo como favorito para el clásico quiteño que se jugará mañana (12:00) en el estadio Casa Blanca.

“Será un partido abierto, en el que los dos equipos van a buscar tener protagonismo. No creo que Aucas vaya a especular”, comentó el uruguayo en rueda de prensa.

La única duda que tiene el entrenador es a quién ubicar en la posición de enganche, si al ecuatoriano Jonathan Borja o al uruguayo Gastón Rodríguez.

El refuerzo extranjero ha sido importante en los dos últimos partidos cuando entró al cambio, pues contra Guayaquil City anotó el gol del triunfo y ante Universidad Católica dio una asistencia a Hernán Barcos.

Del lado visitante, el argentino Luis Soler prevé alinear a la misma formación que usó para vencer a El Nacional (3-0) en la jornada anterior.

“Que el equipo haya ganado nos dio confianza y tranquilidad. Los delanteros habían errado muchos goles. Generamos muchas opciones de gol y era necesario que marquen Edson Montaño y Wagner Valencia”, dijo Soler.

Por las 14 incorporaciones que hizo el equipo, en relación con la temporada anterior, para el técnico, desde la sexta fecha se observará al Aucas que él pretende mostrar. (I)