Son las 11:15 y en el estadio La Fortaleza termina la práctica de River Ecuador. Tras el fuerte entrenamiento, varios jugadores entran a los vestuarios para cambiarse. Uno de ellos es el goleador del torneo ecuatoriano, Daniel Néculman.

Luego de cambiar los botines y el equipo de entrenamiento por unos zapatos Converse, unas bermudas y una camiseta Polo, Néculman camina hasta las gradas para atender la entrevista.

Con 29 años y una amplia experiencia (14 clubes en 6 países), es el máximo artillero del torneo local con 8 tantos, situación que le conlleva una gran responsabilidad.

¿Qué representa ser el goleador del campeonato ecuatoriano?

Yo creo que mucho, porque estamos compitiendo contra jugadores de jerarquía que están en clubes grandes, que son goleadores de raza, entonces estar ahí en las primeras posiciones es un gran privilegio, y hay que tratar de mantenerse.

¿Cómo se dio su llegada a River Ecuador?

Con Liga de Portoviejo teníamos una prórroga de contrato en caso de subir a la A, lamentablemente no se dio. Luego me fui a Colombia, de donde es mi esposa y estando allá me llama la gente de River y fue algo de momento muy rápido. En dos días nos pusimos de acuerdo, porque mi intención era seguir en Ecuador, así que no lo dudé. Sé cómo se maneja River, sé que a la interna es un equipo ordenado, su presidente y la directiva es muy seria. Fue lo que me impulsó a venir a River.

¿Qué significa el fútbol ecuatoriano para usted?

Para mí, Ecuador ha sido mi lugar en el fútbol. Desde 2007 que vine, en los equipos que he estado  siempre convertí goles. He entrado bien en los grupos, me han tratado muy bien, me siento muy cómodo en el país, me he adaptado a lo que es el medio. Para mí, el fútbol ecuatoriano es muy importante y ha ido creciendo con el paso de los años, lo vemos en la selección en los equipos a nivel internacional

¿Cómo se define en la cancha?

Yo soy un delantero de área que necesita ser abastecido. Obviamente que muchas veces salgo del área para generar juego, pero me defino más como un definidor en el centro del área. No tengo problemas en salir del área, incluso he realizado algunas asistencias a lo largo de mi carrera y eso me ha dado la posibilidad de jugar como un falso nueve; salir a generar jugadas y crear espacios para mis compañeros.

¿Es su primera experiencia en cancha sintética?

No, en Chile, en el equipo de Naval, jugamos en cancha sintética, nada más que allá el césped no tenía tanto caucho (granitos negros) como el de acá, eso ayuda mucho cuando hace calor porque permite controlar que no quemen mucho los pies. Y sí hay mucha diferencia con el césped natural, cuando uno pisa, el pique de la pelota.

¿Entonces sí es una ventaja para River jugar en césped sintético?

Por ejemplo, el domingo pasado, el partido a las 14:00 fue de infarto porque la temperatura no la aguantamos nosotros y U. Católica tampoco. Y la ventaja la sacas en lo sintético, pero el calor afecta a los dos equipos por igual.

¿Cómo lo está tratando la hinchada de River Ecuador?

River es un club joven, aunque yo lo veo más como un club familiar. Obviamente que siempre hay algunas personas que se ubican en un sector y utilizan los bombos para poder alentar, pero yo veo como que River es un club que está acaparando gente que está sumándose a la institución y seguramente en un par de años pasará de aficionada a hincha.

De los futbolistas ecuatorianos, ¿a quién admira por su calidad?

Sin lugar a dudas, el último que ha salido es Énner Valencia, que es un jugador de muchas condiciones. Recuerdo cuando estaba en Olmedo y él (Valencia) en Emelec, lo criticaban muchísimo y él despegó de un momento para otro; llegó al Pachuca y de ahí en seguida fue a Inglaterra. Demostró su calidad goleadora y sus cualidades para ser un futbolista que en tan poco tiempo ha crecido tanto.

¿Cómo hizo para marcar 6 goles en un partido, en 53 minutos?

Ese día me acuerdo que jugamos con el Municipal Cañar en su casa. Habíamos jugando en Riobamba y perdimos, y ese partido era de vuelta. Llegamos con un poco de temor porque el Cañar tenía buenos jugadores, y muy fuertes. Y fue desde el minuto 0 hasta que terminó el partido una superioridad que marcamos increíble. Yo siempre recalco el trabajo de todo el equipo. Ese día Jacob Murillo y Romario Caicedo hicieron un partido espectacular, me dieron la posibilidad de hacer 6 goles en 53 minutos y después salí porque estaba agotado. El entrenador fue Héctor el ‘Pipa’ González.

De no ser futbolista, ¿a qué se dedicaría?

(Sonríe) La verdad que no sé, porque nunca se me pasó por la cabeza otra cosa que no sea jugar al fútbol. Desde muy chico siempre lo soñé, trabajé para eso con mucho esfuerzo; entonces, si no hubiese sido jugador profesional, la verdad no sé a qué estaría dedicado.

¿Cuándo supo que sería jugador profesional?

Desde pequeño tenía esas ganas. Trabajaba mucho para eso pensando que algún día lo podría lograr. Yo nací en una ciudad donde -en ese tiempo- era difícil llegar a Buenos Aires para probarse en los equipos, pero tenía ese anhelo y, gracias a Dios, a los 15 años, se me pudo dar. En ese momento una escuela de fútbol del sur de Argentina me vio y me llevó.

¿Cómo fueron esos primeros años?

Estudié hasta los 15 años en mi ciudad. Vivía con mis padres y mis hermanos. El apoyo de mi familia estuvo presente, a los 15 años me llegó esa oportunidad. Llegué a la ciudad de Comodoro Rivadavia a la escuela de fútbol. Me fui solo, viví en la pensión del club. Terminé los estudios allá en un colegio privado donde nos enviaba el club a los chicos que no éramos de la ciudad. El club se llama CAI (Comisión de Actividades Infantiles). A los 17, casi cumpliendo 18, debuté en el fútbol profesional.

¿Le costó dejar a su familia?

Sí, fue difícil, pero a su vez se iba sobrellevando por las ganas que uno mismo tenía de poder pisar una cancha de fútbol. Me acuerdo que éramos 40 o 50 chicos viviendo en un complejo donde teníamos todas las comodidades, pero muchos se iban porque extrañaban. Otros extrañábamos, pero aguantábamos porque era nuestro sueño. Era un sacrificio estar tan lejos de la familia, pero sabíamos que en cualquier momento podíamos tener recompensa.

El primer y segundo mes me acuerdo que fue duro por la adaptación a la gente nueva, a otras ciudades. Estaba a 15 horas de mi familia y sí se me hizo un poco difícil, pero fue ese tiempo hasta que me adapté y entré en confianza con la gente del club y con mis compañeros; por ejemplo, las señoras que nos cocinaban eran como nuestras madres porque estaban todo el tiempo con nosotros. Eso apaciguó un poco las cosas.

¿Es difícil convertirse en futbolista profesional en Argentina?

En Argentina hay muchos clubes y escuelas de fútbol, hay 5 divisiones. Por eso hay mucha cantidad de jugadores y por eso digo que fue un esfuerzo grande que hice desde chico. Uno deja a la familia para ir en busca de un sueño. Sí cuesta hacerse profesional, pero vale la pena.

¿A qué se debe que en 29 años tenga la experiencia de haber jugado en 14 clubes de 6 países?

Es que salí muy joven de Argentina. La primera vez fue cuando vine al Imbabura (22 años). Creo que sin lugar a dudas el lugar donde mejor me fue es en Ecuador. Luego en Colombia, donde logré un título. También he tenido experiencia en otros países donde no me fue tan bien, pero aprendí mucho.

¿Cómo así usted tiene doble nacionalidad (argentina-chilena)?

Bueno, soy nacido en Argentina, mi madre es chilena, igual que mi abuela, entonces en 2011, cuando me fui a jugar al fútbol chileno como extranjero fui a hacer la visa de trabajo y en los papeles salía que mi mamá había nacido en Chile, entonces me dieron la nacionalidad automáticamente.

¿Y a quién apoyará en Copa América?

(Sonríe) A Argentina, sin lugar a dudas. Es mi país, donde yo nací. Pero el cariño especial por Ecuador y Chile siempre está.

¿Con cuál se queda de los DT que ha tenido en toda su trayectoria?

Yo creo que con todos uno aprende algo. Pero el que me hizo debutar,  Víctor Doria, en Argentina, ha sido un entrenador que siempre se ha caracterizado por formar jugadores; él nos formó a nosotros. Luego tomó el primer plantel, nos subió e hizo debutar.

Después tuve un personaje que ustedes conocen muy bien, el ‘Bolillo’ Gómez; lo tuve en Santa Fe de Colombia. Es un personaje muy abierto con los jugadores, trata a todo el mundo por igual. Con el titular hasta con el tercer suplente él es de la misma manera. Se maneja bien dentro de un vestuario y eso hace que el jugador tenga mucha tranquilidad. En ese aspecto es uno de los que más recuerdo por la forma de manejarse.

¿Tiene alguna anécdota con el ‘Bolillo’?

Alguna vez Luis Fernando Suárez me quiso llevar a otro club en Colombia y el ‘Bolillo’ dijo: “No me vas a sacar al jugador por nada”. Fue a mi cuarto y me dijo: “Te querés ir, pero no te vas a ir”.
En otra ocasión, cuando mi papá me fue a visitar a Colombia, él (‘Bolillo’) lo vio y lo invitó a cenar con todo el plantel. Estuvo en la concentración con todos nosotros. Eso recuerdo como un detalle muy agradable de parte de él.

¿Cómo está compuesta su familia?

Yo vivo acá con mi esposa, nos casamos hace 3 años, nos conocemos hace 6. En Argentina están mi mamá, mi papá, mi abuela y mis 5 hermanos (3 varones y 2 mujeres) ninguno más es futbolista, tienen su familia, sus trabajos. Mis hermanos han venido a Ecuador.

¿Usted complementa el entrenamiento con otro tipo de preparación?

No, normalmente no lo hago, siempre trato de descansar lo más que puedo. En muchos momentos vamos a la iglesia con mi esposa.

Se dice que solo marca goles en casa y que le cuesta anotar de visitante, ¿qué opina de ese comentario?

Yo creo que va por los minutos que me ha tocado jugar de visitante. La prensa no ha hecho bien los números, pero de local he jugado la mayoría de titular, salvo 2 partidos que fui al banco, pero entré e hice 2 tantos a El Nacional y uno con Liga de Quito. Afuera me ha tocado ir al banco con Barcelona y no jugué, de la misma manera con U. Católica; con Independiente jugué solo 10 minutos, con Liga de Quito entré al segundo tiempo y el único partido que jugué de titular fue ante D. Cuenca, pero salí en el segundo tiempo.

El promedio real es que he jugado 9 partidos de titular y tengo 8 goles. Y no he tenido los suficientes minutos de visitante como para hacer goles.

Mencione a dos delanteros que tenga como referentes

Siempre admiré, porque fue un goleador, a Ronaldo, el brasileño. Siempre la admiración fue por él y por Javier Saviola, yo por ser hincha de River Plate y él jugaba en ese tiempo en el club. La admiración siempre por los goleadores.

¿Cuál es el gol que más recuerda en su carrera?

Un gol que le marqué al Mushuc Runa cuando jugaba en Olmedo en la serie B y eso nos ayudó para quedarnos con el campeonato en 2013, pero también algunos que les marqué a Barcelona, Emelec con Imbabura en 2007. En Colombia marcándole al Atlético Nacional con el Santa Fe. No me quedaría con uno en especial, porque para mí, al hacerlo de chilena o de nariz, encuentro la misma sensación de disfrutarlo.

¿Con qué jugadores de renombre internacional compartió camerino?

Con Omar Pérez jugué en Santa Fe, con el ‘Chori’ Palacios en Sporting Cristal.

¿Y de los que enfrentó?

Tuve la posibilidad de enfrentar al Real Madrid en 2008. En ese tiempo estaban sus grandes figuras: Raúl, Ruud van Nistelrooy, Saviola. Yo estaba en Santa Fe y creo que fue a propósito del aniversario de Bogotá y se organizó ese partido. Fue algo lindo lo que se vivió, el entrenador de nosotros fue el ‘Bolillo’ Gómez. Recuerdo que el jueves jugamos y el miércoles él dio la alineación y me tocó jugar de titular; mi papá viajó para ver el juego. Actué 70 minutos, me anularon un gol,
pero hice un buen partido. Perdimos 2-1.

¿Quién lo marcó en ese partido?

Primero Heinze y luego Pepe.

¿Cómo es la marca en Ecuador?

Acá los centrales comúnmente son rápidos y fuertes. Muchas veces cuando tienes que ir al choque yo trato de evitarlo; tampoco es ese mi juego (friccionar, chocar), sino más de jugar con la pelota al piso, entonces trato siempre de estar alejado de ellos para no tener contacto y tratar de ganarles en los pocos metros en que pueda sacar ventaja.

Me acuerdo en la serie B, cuando yo jugaba en Olmedo, estaba Lara, que era un jugador bien fuerte que siempre iba al choque y a mí se me complicaba enfrentarlo porque siempre me iba a chocar y ahí perdía muchas pelotas.

¿Qué piensa hacer cuando se retire?

Todavía no lo he pensado. Justo hace unos días hablaba con mi empresario y él me alentaba a que haga el curso de entrenador, pero todavía no sé qué voy hacer. Yo quiero seguir jugando un par de años más.

¿Ha tenido alguna lesión grave?

No, gracias a Dios no he tenido lesiones graves, salvo contracturas o desgarros que no pasan más de un mes o 20 días.

Usted tiene un blog en internet,  ¿por qué decidió abrirlo?

Lo maneja mi esposa. Aunque hace pocos días hizo uno nuevo con más información de River Ecuador. A ella le encanta buscar información cada vez que sale un partido o notas y va subiendo y lo comparte con la familia y los conocidos.

¿Usted es de seguir las noticias después de los partidos?

Yo trato de no hacerlo, pero si hay un periódico cuando salgo y lo veo, lo guardo para enseñarlo a mis padres, mi familia, mis hermanos. Mi esposa trata de que yo no busque muchas cosas porque el fútbol hoy es blanco y mañana negro, hoy estás bien y mañana mal. Por eso es mejor mantener el equilibrio, no darse muchas vueltas en la cabeza.

¿Recuerda cómo fue su primer gol como profesional?

En Ecuador el primer gol que marqué fue ante Macará en el Bellavista en la segunda fecha; recuerdo que fue un centro atrás y yo controlé y definí de zurda.

En Argentina creo que fue jugando para Huracán, en la primera fecha del torneo y me tiraron un centro y yo cabeceé, aunque ese no es mi fuerte, pero fue un lindo gol.

¿Cuál fue el momento más feliz que tuvo en su carrera?

Cuando gané el título con Santa Fe en Colombia, porque fue la primera vez que salía campeón en un club fuera de mi país. Con una hinchada de las más grandes de allá. Es un club al que quiero mucho.

¿Cuál fue el momento más triste que vivió en el fútbol?

Yo creo que fue el primer año que llegué a Ecuador y descendimos con el Imbabura, teníamos las ganas de mantener al equipo en primera, fue duro. Yo era muy chico, pero me golpeó bastante. Ese ha sido uno de los momentos más duros de mi carrera.

¿Cómo festeja los goles?

Primero agradezco a Dios por la posibilidad de jugar al fútbol, por ese privilegio que me da; y segundo, siempre a mi esposa, que está en la tribuna. (I)