Don Vicente y su bocina alientan siempre al Aucas
Una batería de carro, dos pitos de auto y un par de cables conforman “la bocina”, como la llama Vicente Betancourt, hincha de Aucas desde hace 65 años y quien con su instrumento llena de sonido la tribuna del estadio del “Ídolo del Pueblo”.
Ayer, como desde hace más de seis décadas, Don Vicente no faltó al estadio del sur y sufrió para poder ver el triunfo 2-1 contra la Universidad San Francisco, en la Segunda Categoría de Pichincha. La victoria lo mantiene puntero con 23 puntos, tres más que el Cuniburo.
Ya no grita por su edad (71), pero asegura que jamás ha insultado a ningún jugador de su equipo, se ha ido triste y se ha ido feliz del estadio, mas su pasión por el club no desmaya como el sonido estridente que emite su bocina.
“Cuado empecé a observar fútbol, vi que Aucas era un club con actitud y buen juego. Si perdíamos, igual nos íbamos contentos, porque se veía un buen espectáculo. Ahora ya no es así, pero seguimos apoyando al equipo”, cuenta mientras busca un cigarrillo en su bolsillo.
Cientos de partidos han pasado frente a su ojos y ayer sumó uno más. Pasaron 31 minutos para que pusiera a funcionar su bocina, cuando Luis Macías puso la primera para los “indios” con una gran definición por encima del golero Renato Granja.
El sonido que salía de su instrumento recrea la barra de “Y dale Aucas, dale A...” y el simple grito de “Aucas, Aucas, Aucas”. Algunos a su alrededor se tapan los oídos y otros ya están acostumbrados, como su esposa Mercedes Paredes y sus hijos Jackeline y Pablo, que ayer no pudieron asistir al estadio.
La música de la barra “Papá Aucas” se apagó en pocos segundos, con el gol del empate de los “universitarios”, después de una falla de Andrés Mendoza, que permitió a Sebastián Abad marcar la igualdad a los 33 minutos.
Don Vicente se tomó la gorra y se lamentó, pero aún quedaba el segundo tiempo. Unos 30 años calcula que su bocina lo ha acompañado a los encuentros del equipo y la compara con la de Deportivo Cuenca. “Ambas se han convertido en un símbolo de los equipos y a donde vamos nos reconocen”, afirmó.
El ST estaba a punto de comenzar y mientras saltaba Aucas a la cancha, hizo sonar nuevamente la bocina. Buscó otro tabaco y se puso serio para ver el partido. “Papá Aucas” no comenzó bien y a pesar de que dominó a lo largo del segundo episodio, el gol del triunfo se hacía esperar.
Don Vicente consumía con rapidez su cigarrillo, de la misma forma que el tiempo terminaba para Aucas. El “Cocacho” Macías tuvo la más clara tras un centro del “Potro” Figueroa, pero remató desviado. La desesperación se apoderó de la hinchada, que increpaba al DT Alfredo Encalada, mas él ni se inmutaba.
Mientras Aucas seguía intentando, Don Vicente recordó que hace 10 años no asistió durante toda la temporada 2001 a ver a su equipo. “La dirigencia nos borró a algunos de la lista de socios y dije no voy más. Pero como hincha obviamente estaba enterado de lo que pasaba, por la radio, y la televisión”, afirmó.
Sin embargo, las cosas se aclararon y regresó al lugar de siempre en el estadio de Aucas, desde donde ayer vio cómo su equipo no podía derrotar a la U. San Francisco.
La última jugada, el último minuto y la última bocanada a su tabaco llegaron en el momento justo. El golero Mario Lozano sacó largo y Roberto Ordóñez recibió cerca del área, se sacó de encima a dos rivales y con fuerza definió para marcar el gol de la victoria.
No hubo tiempo para más, la bocina emitió sus últimos pitidos y Don Vicente se retiró con la satisfacción del deber cumplido. “No me gusta cómo juegan hoy, pero hasta que pueda vengo al estadio”.