Castro, el ruso que apoya a Aráuz en la Tricolor
Nació en Rusia, pero se siente más ecuatoriano que el encebollado, o el repe lojano, pues es en el sur del país donde reside y ha pasado la mayor parte de su vida.
Ilia Castro Semionova es el asistente técnico de la entrenadora Vanessa Aráuz desde septiembre pasado. Ahora lo acompaña en la preparación del equipo para el Campeonato Sudamericano sub-20 del mes próximo, pero antes ya lo hizo en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta.
Él nació hace 28 años en Tashkent, actual capital de Uzbekistán, pero que a finales de los 80 pertenecía a la extinta Unión Soviética. Ilia y sus padres se trasladaron a Ecuador tres años después de su nacimiento y por eso se considera más ecuatoriano.
Aráuz y Castro fueron compañeros en el Instituto Tecnológico de Fútbol de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y se graduaron en la promoción de 2011. A pesar de que en un momento dejaron de compartir clases por horarios diferentes, la amistad permaneció durante todos estos años.
Ambos tomaron caminos distintos: la entrenadora empezó a comandar a la selección femenina nacional y Castro se marchó a Loja, donde estuvo a cargo de las divisiones formativas de Liga de Loja.
Allí pudo exponer sus conocimientos, pero el destino quiso que no se quede únicamente en un puesto de formador. Estuvo también en el equipo de reservas y por circunstancias del momento, llegó al primer equipo.
Allí trabajó con Álex Aguinaga, entre 2012 y 2013, cuando la escuadra pudo clasificar por primera vez a un torneo internacional. En ambas temporadas repitió como clasificado a la Copa Sudamericana, pero más allá de los logros deportivos, la experiencia de estar en el primer plantel fue lo que más lo llenó.
“Tuve una conversación con Álex y con el presidente de ese tiempo, Jimmy Villavicencio, para darme esa posibilidad. Logramos hacer una buena campaña. Aguinaga es una persona muy tranquila y humilde, que siempre trataba de meterse en la cabeza de los jugadores para que rindieran al máximo. Es como un sicólogo”, dijo Castro sobre la etapa con los lojanos.
Después de esa experiencia buscó una mayor capacitación. Con los contactos que logró y también por su origen ruso, logró realizar una pasantía en el Spartak de Moscú. Posteriormente estuvo en el Torpedo, también de la capital rusa.
Allí aprendió otros estilos, pues considera que el fútbol ruso y europeo en general es más organizado, pero en la parte táctica se marca la diferencia, pues allá no existe tanta cabida para el futbolista habilidoso.
Pero ese aprendizaje lo pudo aplicar, sabiendo bien la diferencia entre los jugadores latinos y los europeos. Ambas experiencias enriquecieron su currículum, pero no se quedó satisfecho con los conocimientos acumulados.
El año pasado realizó una maestría en la Universidad del Real Madrid en dirección de fútbol y mientras se encontraba en España, tras terminar sus estudios, recibió la llamada de Aráuz para proponerle que se incorpore a la selección femenina.
A Castro le convenció el proyecto; iba a asistir a su excompañera de clases en las selecciones femeninas sub-17 y sub-20, que el próximo año buscarán un cupo para los respectivos mundiales de esas categorías.
También estaba el reto adicional de los Juegos Bolivarianos de Santa Marta el mes pasado. Castro no pudo estar en ese viaje, pues por la cantidad de cupos que se entregaba a la delegación, el personal que acompañó a las jugadoras fue limitado. Uno de los objetivos era conseguir una medalla y así lo hizo la ‘Tri’, con la presea de plata.
En enero, en el Sudamericano de Ecuador, sí podrá estar en la banca de suplentes junto a la entrenadora, para debatir y generar ideas de cómo afrontar alguna situación que se presente en los partidos.
Castro no dudó en aceptar la oferta de Aráuz, así que adelantó su retorno al país para interiorizarse de todo lo que es la selección femenina. Es la primera vez que trabaja con mujeres.
Él llegó cuando las seleccionadas ya habían cumplido con el microciclo número 10 —esta semana realizarán el último del año, el número 15— pero no tardó en acoplarse a la dinámica en la Casa de la Selección.
“Hasta el momento ha sido una gran experiencia, poder trabajar aquí y entregar mis conocimientos para beneficio de la selección nacional. A Vanessa ya la conocen muy bien y yo puedo aportar para saber llegar a las jugadoras”, agregó el profesional.
El cuerpo técnico de la Tricolor femenina está conformado por jóvenes. Tanto Aráuz, como Castro tienen 28 años y apelan a sus conocimientos para poner a la selección entre las más destacadas del mundo.
Datos
- La entrenadora Vanessa Aráuz se mostró satisfecha con la realización del torneo en el país, pues eso marcará un precedente para que se realicen competencias nacionales oficiales en categorías formativas de mujeres.
- 40 partidos se jugarán en la fase de grupos del torneo Sudamericano en Ecuador.
- Ecuador acogerá por primera vez un torneo sudamericano femenino en esta categoría. Brasil es el único campeón de la competición, con siete títulos consecutivos hasta el momento. (I) et