Damián Díaz, responsable del primer triunfo de Barcelona en la segunda etapa
Cuando los partidos se ponen difíciles y parecen sentenciados a terminar con el marcador del momento, los barcelonistas no pierden la ilusión porque confían en que un jugador específico cambie la historia. Ayer, en las radios guayaquileñas se anunciaba el empate final entre Aucas y Barcelona, pese a que al encuentro disputado en el estadio de Chillogallo le faltaban un par de minutos para concluir. Igualar de visitante no era mal negocio, pero tampoco el mejor. Entonces apareció Damián Díaz para desatar el festejo en el escenario y fuera de él, en Quito, en Guayaquil y en otras ciudades del país. El vencedor de la primera etapa ganó así su primer partido (2-1) de la segunda etapa y mantiene su buena racha en el torneo ecuatoriano de fútbol.
Díaz, que en el encuentro pasado anotó dos goles en el Monumental ante El Nacional, volvió a ser el jugador distinto de los amarillos y del compromiso entre ‘ídolos’.
Además del gol del triunfo, fue el coautor del tanto de la igualdad cuando pisó la pelota fuera del área, hizo una pausa y con un pase en callejón dejó a Washington Vera a solas con el arquero Sebastián Blázquez. El receptor del balón definió a ras de piso, aunque se le había levantado previamente.
Aucas, que quizás por ímpetu mostró mejores acciones que el cuadro guayaquileño por momentos, había generado mayor peligro antes de las anotaciones visitantes.
Incluso el conjunto dirigido por el uruguayo Tabaré Silva tuvo un penal a su favor, pero no subió al marcador, aunque Esteban Solari envió la pelota a las redes. Según el árbitro, Samuel Haro, el delantero argentino se detuvo antes de golpear la pelota y las reglas modificadas de la FIFA señalan que, si eso pasa, la jugada será anulada y no se repetirá.
Aucas desperdició la opción de adelantarse en el marcador en el primer tiempo, sin embargo no perdonó a los dos minutos de reanudado el cotejo: Janus Vivar derrotó a Banguera y su equipo se imponía merecidamente. En 19 minutos el conjunto ‘oriental’ intentó cerrar el juego con un segundo gol que no llegó. El que sí marcó fue Vera, habilitado por Díaz, que con 30 años atraviesa su mejor momento desde que vistió por primera vez la camiseta amarilla, a mediados de 2011. Ha encontrado en Matías Oyola, Vera y Jonathan Álvez a los socios ideales en diversos escalones de la cancha, de atrás para adelante. Barcelona no anduvo bien. Y cuando no es el día de un brillo colectivo es obligatoria la aparición de los talentos para levantar al equipo, como sucedió ayer con la escuadra del uruguayo Guillermo Almada, quien aceptó un rendimiento regular. “No fue de los mejores partidos nuestros, pero la idea siempre fue ganar”. (I)