La impotencia y desesperación desbordó a los hinchas de Aucas tras el gol en el último minuto de Independiente del Valle, que significó la cuarta derrota de los ‘orientales’ en el campeonato, la tercera de manera consecutiva.

Apenas anotó el uruguayo Pablo Caballero, los aficionados empezaron a retirarse del estadio Gonzalo Pozo Ripalda, y mientras caminaban hasta las puertas de acceso proferían insultos contra el técnico Juan Ramón Silva y el administrador del club, Ramiro Gordón, quien permanecía sentado en la parte baja de la tribuna este.

“No sirves para nada, para qué tienes $3 millones si el equipo no juega bien”, le reclamó uno de los aficionados presentes en el estadio de Chillogallo.

Pero cuando otra persona se aproximó a Gordón y de manera desafiante lanzó insultos en su contra, este reaccionó, por lo que debió llegar la Policía Nacional para evitar desmanes.

Otros  indicaban que la culpa del  mal momento del equipo, que apenas ha conseguido 2 puntos en 6 juegos, la tienen los jugadores.    

Además la fuerza pública tuvo que resguardar el camerino local para que los molestosos aficionados no provocasen incidentes.  

Todos los auquistas se convirtieron en entrenadores luego del compromiso. Consideraron que el cambio del zaguero John Garcés por el volante Omar Andrade, cuando el partido estaba igualado, no fue acertado.

Las desatenciones constantes y la falta de juego y de ideas de Aucas provocaron esa reacción en su hinchada, que aún no observa una victoria de su equipo en la serie A.

Todo el partido en la ‘Caldera del Sur’ fue parejo; Aucas e Independiente contaron con oportunidades para convertir, sobre todo en el complemento, pues la primera mitad fue de estudio de ambos técnicos y con pocas llegadas al área.
 Juan Marcarié, Miguel Ibarra y Ángel Ledesma intentaron con desbordes, remates y centros acercarse al arco del paraguayo Librado Azcona, pero la zaga visitante no tuvo problemas para despejar el balón.

En cambio, el entrenador ‘negriazul’, Pablo Repetto, logró que su equipo trabajase de memoria. Cada ataque iniciaba con toques cortos al pie y cambios de frente precisos que permitían llegadas al área defendida por el portero Sebastián Blásquez.

Con este esquema, el delantero Daniel Angulo se convirtió en un habilitador para los uruguayos Pablo Caballero y William Ferreira, quienes ingresaron en el segundo tiempo. El ecuatoriano pivoteaba balones y esperaba la llegada por detrás de los ‘charrúas’.

La molestia de los hinchas locales arrancó en la segunda mitad, cuando evidenciaron la falta de ideas, la poca capacidad de reacción de los jugadores, las imprecisiones en los pases y la poca profundidad en los ataques.

Las críticas se centraron en el volante Jairo Padilla, ingresado en el complemento. Su voluntad por empezar contragolpes por la banda derecha quedó justamente en eso, solo buenas intenciones, pues apenas recibía el balón era frenado por algún zaguero o no podía controlarlo y concedía saques laterales a favor de Independiente del Valle.

Ante esta incapacidad por generar jugadas de peligro, el adiestrador Juan Ramón Silva mandó a la cancha a Omar Andrade y Edwin Méndez, pero no fueron solución ante el orden de la defensa ‘rayada’, comandada por Arturo Mina, Christian Núñez y Mario Pineida.

Con la comodidad que le transmitía la zaga, los volantes y delanteros de Independiente atacaban con velocidad ante la desesperación de los locales, que no podían frenar a sus rivales.   

En un contragolpe marca registrada de Independiente llegó el gol del triunfo del equipo de Sangolquí,  líder del torneo con 18 unidades.

Ferreira recibió solo en la media cancha, observó a su compatriota Caballero y envió un largo pase al área grande. El ariete remató con sutileza para vencer al arquero.

Ahora las esperanzas para la recuperación del equipo que consiguió el ascenso la temporada pasada y solo suma 2 puntos se centran en el mundialista uruguayo Sebastián Abreu, quien llegará a la capital mañana, a las 13:00, según informó el ‘Ídolo del Pueblo’.    

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