El presidente de la Agremiación de Árbitros de Ecuador, Luis Muentes, advirtió ayer que el campeonato se paralizará si son sancionados por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).

Ayer por la noche estaba prevista la reunión del Comité Ejecutivo de la FEF. Y una de las posibilidades era sancionar a los árbitros por no presentarse al partido entre Aucas y Universidad Católica, previsto para el lunes pasado en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

Por esa razón, Muentes emitió esa amenaza para paralizar el torneo a partir de la jornada de este fin de semana. “Espero que sancionen a los árbitros en la FEF y ahí sí nos van a encontrar. Por las cosas que hacen los dirigentes pasan estas cosas. Si quieren que les paralicemos el campeonato, lo haremos”, dijo en entrevista con la radio Stereo Fiesta.

El gremio arbitral solicita que se expulse del campeonato actual al equipo sub-18 de Universidad Católica, por los incidentes en el partido contra Aucas. Allí fue agredido uno de los árbitros por elementos de Universidad Católica.

Muentes pretende que se aplique el código de disciplina de la FIFA, que permite expulsar a un equipo de una competición por violencia.

Para el presidente del club afectado, Miguel Almeida, esa medida le parece exagerada. En la FEF se tenía previsto también discutir las sanciones a los involucrados en la agresión.

Acerca del pedido del gremio arbitral, de expulsar al equipo, sí se registran antecedentes en el fútbol ecuatoriano. El año pasado, durante un partido entre Santa Rita y Mushuc Runa, en la categoría sub-14, se produjo una agresión a los árbitros.

Los vinceños fueron expulsados del torneo y su entrenador, José Pincay, fue suspendido por cinco años.

En 2013, en la segunda categoría, Pilahuín Tío fue apartado del torneo por las mismas causas, durante un encuentro ante Delfín.

Mientras que en 2012, el Pelileo de la segunda fue también expulsado por incidentes luego de un juego ante Juventud Minera. (I)