En ocho días, Barcelona se quedó sin sus dos más importantes dirigentes del área deportiva. Primero renunció el presidente de la Comisión de Fútbol, Aquiles Álvarez, y ayer lo hizo el tercer vicepresidente, Carlos Alejandro Alfaro Moreno.

Ayer, en la sala de prensa del estadio Monumental, ante cerca de 60 periodistas, el “Beto” Alfaro Moreno hizo pública una decisión que había pensado desde inicios de año junto a su familia.

Alfaro Moreno aseguró que “hubo un entorno más allá de lo deportivo” que afectó al proyecto que se buscaba en el club y que  se aleja porque no quiere verse involucrado.

El ahora exdirigente “torero” no negó ni aceptó que su salida del equipo tuviera que ver con la vinculación de José Francisco Cevallos -presidente de la institución- en la política nacional. “Hay una palabra y una actividad que no quiero nombrar”.

Durante la gestión de la actual directiva, el titular amarillo fue gobernador del Guayas y se rumoraba que sería candidato a la Prefectura de la Provincia; pero hace varias semanas quedó descartado.

“Ha sido un año difícil para mí por un entorno ajeno al fútbol. Para mi opinión, afectó al proyecto deportivo. Ese entorno ajeno a lo deportivo no tuvo por qué darse y nos afectó a todos. En este caso a mí, lo que me lleva a tomar esta decisión”.

Según Alfaro Moreno, durante todo 2018 ha mantenido diálogos con Cevallos en los que le expuso su opinión sobre la situación del club. Aseguró que el mismo titular amarillo le pidió que declinase su postura. 

El exfutbolista explicó, además, que prefirió que se terminase el campeonato ecuatoriano para anunciar su renuncia, ya que no hubiese sido correcto hacerlo a mediados del torneo.

Aseguró que su salida no tiene nada que ver con los resultados que tuvo el club este año, ya que durante toda su vida ha sabido lidiar con los triunfos y las derrotas deportivas. “En mi oficina tengo la foto de esos 11 jugadores que estuvieron en Ambato a un minuto de descender a la serie B”.

Visiblemente triste y totalmente solo -ningún dirigente del club lo acompañó-, el “Beto” agradeció a la directiva por haberle permitido anunciar su renuncia en las instalaciones del club. “El hecho de que esté aquí (sala de prensa), significa grandeza”.

Durante los 22 minutos que duró la rueda de prensa, nunca dio nombres ni criticó el trabajo de los otros dirigentes del equipo. Por el contrario, aplaudió los logros que se alcanzaron para recuperar la institucionalidad del club e hizo un análisis de la labor que se desarrolló en las divisiones formativas. “Dentro del convenio que se firmó y que tomó cinco meses en estructurarse, se estableció que luego de los dos primeros años, la administración pasaba totalmente al club; es decir, desde enero de 2018 las 54 escuelas de fútbol en Ecuador y una en Nueva York le pertenecen a Barcelona”.

Los pagos por las franquicias de las escuelas de fútbol, según Alfaro Moreno, le dejan al “Ídolo” cerca de $ 375.000 anuales.

Uno de los últimos trabajos que realizó como vicepresidente deportivo fue lograr una convención con el FC Barcelona (de España) para hacer intercambios de jugadores y directores técnicos de las divisiones formativas.

Antes de finalizar aseguró que no tiene pensado participar en una posible candidatura a la presidencia del club en un nuevo período, pero tampoco lo descartó a futuro. Lo que sí aseguró es que se tomará unos días con su familia y luego decidirá si se vincula al club solo como dirigente de las divisiones formativas.

Antes de abandonar el estadio pidió a los hinchas seguir apoyando al equipo, y a los dirigentes que se quedan les deseó salir campeones en el último año de gestión. (I)