Jorge Sampaoli comenzó con buen pie su aventura como entrenador de la selección argentina. Fue con un triunfo ajustado por 1 a 0 ante el Brasil de Tité, que perdió así un invicto de 9 partidos desde que asumió en la ‘verdeamarella’, en un superclásico sudamericano amistoso jugado en Melbourne, Australia.

El festejo desaforado del extécnico del Sevilla en el gol de Gabriel Mercado en el final del primer tiempo fue la nota más destacada de un debut que mostró poco de un equipo en transición y que este martes jugará -sin Lionel Messi, con permiso para su casamiento- frente a la débil Singapur antes de la reanudación de las eliminatorias.

Argentina jugará en Montevideo el 31 de agosto su próximo y crucial partido por la clasificación al Mundial Rusia 2018 en la que marcha quinta, en zona de repechaje, dos puntos por arriba de Ecuador.

¿Y qué dejó el debut de Sampaoli? Con un Messi apagado y al que le costó encontrar acompañantes y con la dupla de Juventus, Gonzalo Higuaín-Paulo Dybala, desdibujada, la ‘Albiceleste’ tuvo en Mercado su mejor carta de presentación. El defensor de Sevilla, a quien Sampaoli dirigió en el club andaluz, era suplente en la era Edgardo Bauza, pero parece ya decidida su titularidad para lo que queda.

Tuvo olfato goleador para capturar un rebote en el palo para abrir el marcador a los 45 del primer tiempo y luego cumplió en la parte defensiva ante un Brasil que mereció el empate en la segunda etapa.

Por lo demás, Sergio Romero ratificó su condición de titular en el arco, al igual que Nicolás Otamendi, firme en la defensa, y un Angel di María que cambió la cara de sus últimas opacas actuaciones y volvió a parecerse más al ‘Fideo’ de antes, en especial en el primer tiempo cuando estrelló un remate en el palo.

Las caras nuevas repartieron buenas y malas. El lateral José Luis Gómez, de Lanús, fue prolijo y siempre participó en la elaboración de juego; el defensa Jonatan Maidana sufrió en la marca de Jesús y los demás debutantes (Nicolás Tagliafico, de Independiente; Guido Rodríguez, de América de México; Joaquín Correa (Sevilla), Emanuel Mammana (Lyon) y Manuel Lanzini (West Ham) cumplieron sin brillar.

Solo faltó ver en acción a Mauro Icardi, el polémico delantero del Inter de Milán que está lesionado y es duda ante Singapur.

¿Y Brasil? Sin sus principales figuras, como Neymar, Marcelo o Dani Alves, fue superado en gran parte del primer tiempo, pero en el segundo se recompuso y mereció el empate, en especial en una buena jugada colectiva que terminó con dos pelotas en los postes.

La prensa argentina fue cauta más allá del festejado triunfo ante el rival de siempre. Para el diario deportivo Olé, Sampaoli “arrancó ganando el clásico rompiéndole el invicto a Tité, pero sufrió mucho atrás, le costó salir limpio y ni Messi ni Dybala estuvieron en partido. Los palos le dieron una mano pero empezar así no viene mal”.

El periódico se preguntó “¿por qué no empezar por lo positivo? Argentina le ganó a Brasil. Y siempre es bueno quedarse con un clásico. El gol de Gabriel Mercado quedará en la historia como el primero en la era de Jorge Sampaoli. Una era que tendrá el sello de haber arrancado con un triunfo en el que hubo tantas señales para aferrarse a la esperanza como para perseguirse con las frustraciones pasadas”.

El diario La Nación indica que la victoria “ le da aire a un nuevo ciclo que tiene como primer objetivo clasificar a la Argentina al mundial.

En cuanto al análisis, la selección tuvo dos caras. El primer tiempo donde se mostró sólida, con presión alta, juego veloz y asociado y chances de gol claras, y un complemento donde se vio superada por Brasil, casi no tuvo la posesión y se metió atrás. En última instancia, la victoria se garantizó por el buen nivel mostrado en la primera etapa y  por la suerte que tuvo el equipo en la segunda”, sostuvo.

Para el diario Clarín, “robarle el invicto con nueve victorias al equipo de Tité es el punto de partida” de “una idea hiperambiciosa, que se apoya en el desafío permanente a los riesgos”.

Al final del encuentro, Sampaoli dijo: “lo que más rescato del partido son las intenciones. Obviamente, falta un montón de consolidación. Pero estamos empezando una etapa y tenemos que mejorar un montón”.

“Creo que Brasil tuvo dos situaciones claras de gol y tuvo algunas transiciones rápidas que nos complicaron. El control del partido en el segundo tiempo sí lo tuvo Brasil, pero tampoco es que sufrimos tanto defensivamente. Ganarle a Brasil siempre es muy importante. Acá no se jugó un partido para cumplir, se jugó un partido para ganar. Estimula mucho ganarle porque es un clásico. Y de cara al futuro, siempre ayuda”, concluyó.

El siguiente encuentro amistoso de Argentina será el próximo martes, desde las 07:00 -hora de Ecuador- ante Singapur. (I)