El Real Madrid recupera la calma con victoria ante el Galatasaray
El Real Madrid firmó un triunfo en el Ali Sami Yen, con clara superioridad en imagen sobre el Galatasaray pero no en el marcador por su falta de acierto en el remate, conquistando un triunfo en Liga de Campeones ocho meses después gracias a un tanto de Toni Kroos con el que recupera la calma y a Thibaut Courtois.
Estaba obligado a mejorar su imagen y cumplió en el Ali Sami Yen. Volvió a demostrar que todo es cuestión de actitud y esfuerzo, de la motivación con la que encaran encuentros. El de Turquía era decisivo para poner un poco de luz a su pésimo inicio en la fase de grupos y lo venció con solvencia, reforzando imágenes dañadas. La de Zidane especialmente, con quien están los jugadores cuando se cuestionan las cualidades de un técnico que ganó tres 'Champions' seguidas, y la de Courtois, al fin decisivo.
La actitud del Real Madrid fue distinta desde el inicio. Dominador, solidario en el esfuerzo. Intentando rescatar la identidad del que un día, no hace mucho, fue campeón. En solo cinco minutos Hazard y Casemiro habían avisado con más peligro que en el capítulo para olvidar de Mallorca. Sabían lo que se jugaban y encontraron facilidades del rival. Abrió el campo Zidane para desarmar la línea de tres centrales. Aparecía con frescura Rodrygo, novedad en su primera titularidad. Probaba la firmeza de Muslera con un derechazo y culminaba con centros sus apariciones.
Si hay un delantero que disfruta con espacios es Benzema. De su movilidad siempre surgió peligro. Le faltó definición cuando pudo marcar. Con rosca al cuarto de hora y perdonando un claro contragolpe antes del descanso. Para entonces ya ganaba el Real Madrid. Hazard tenía libertad para sus movimientos, en uno de ellos se asoció con Karim, le faltó confianza para pegarla y buscó el pase atrás para que Kroos firmase el tanto el día de su partido cien en Liga de Campeones.
El recital físico de Valverde aumenta la consistencia del equipo de Zidane. Se va convirtiendo jugador imprescindible. Casemiro se mostraba impreciso con el balón y Hazard en los últimos metros. Disfrutó de la superioridad sobre el rival lanzando asociaciones con todos, pero cuando la tuvo para marcar no acertó. Valverde encontraba entre líneas a Karim que repetía pase a Hazard. Tras marcharse en el recorte de Muslera, con todo para marcar, chutaba con potencia en vez de colocación a puerta vacía y el travesaño evitaba su gol.
Apenas un testarazo de N´Zonzi en el primer palo que no encontró puerta inquietó a Zidane, que sale reforzado de un momento crítico, orgulloso del despliegue físico y de personalidad de sus jugadores y lamentando únicamente la falta de pegada. Su Real Madrid recupera el pulso en Liga de Campeones. (D)