Sin tres “históricos” y confiando en Lionel Messi y en cuatro jugadores que arrastran apenas un puñado de partidos con la camiseta albiceleste, la selección argentina juega hoy (13:00 de Ecuador) una final ante Croacia tras su inesperado empate 1 a 1 con Islandia en el grupo D del Mundial. 

El técnico Sampaoli promete una cirugía sin anestesia en el corazón de un equipo tibio que clasificó a la Copa del Mundo solo por la genialidad del astro del FC Barcelona tras su inolvidable triplete en el triunfo 3 a 1 ante Ecuador, en el Atahualpa de Quito, en la última fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.

La mutación del esquema, de un 4-2-3-1 a un 3-5-2, motivará cambios en casi todas las líneas. El bisturí del entrenador modificará el sistema de juego y removerá del equipo al defensa Marcos Rojo, al volante central Lucas Biglia y al superpeso pesado Ángel Di María, los tres de un flojísimo partido ante los “vikingos” y sobrevivientes de la Copa del Mundo 2014.

Sampaoli es consciente de que Argentina se juega su futuro en el Mundial ante los difíciles croatas. Y se jugará a todo o nada con una formación que promete más dinámica, pero menos experiencia. Adentro irán el defensor del Sevilla Gabriel Mercado, el volante Marcos Acuña y el delantero Cristian Pavón, tres futbolistas que suman entre sí poco más  de una docena de partidos en la selección.

Los tres se unirán a otro volante novato, Maximiliano Meza, que debutó en la Albiceleste en marzo y que fue uno de los pocos aprobados ante Islandia. Sin embargo, Sampaoli mantiene una duda: mantener a Meza o reemplazarlo por el veterano Enzo Pérez, del River Plate, que le daría al equipo un plus de experiencia, ya que disputó la final de Brasil 2014.

Sin embargo, Pérez tuvo un último semestre para el olvido después de ser un gran socio de Messi en aquel partido ante la “Tri” que le dio la clasificación a Argentina. Tan fuerte fue su debacle que Sampaoli lo dejó afuera de la lista de los 23 convocados. La lesión de Manuel Lanzini, volante del West Ham, lo devolvió al equipo cuando el plantel ya estaba en Rusia. 

La superpoblación de volantes tiene que ver con el dinamismo del medio campo croata donde sobresalen Luka Modric, del Real Madrid, e Iván Rakitic, del Barcelona. Salvio y Acuña serían los encargados de ayudar a la defensa como carrileros, en un sistema que se adecúa más al pensamiento del técnico, pero que no está exento de riesgos.

“Este partido merecía algún cambio sistemático desde el inicio. Ellos tienen diferentes variantes a la hora de atacar, entonces la organización de búsqueda de este partido merecía un plan inicial diferente al del primero, porque es un rival totalmente distinto”, dijo Sampaoli en rueda de prensa.

El entrenador afirmó que es una generación croata que respeta mucho. “Son muy buenos y realmente es una selección que cuenta con jugadores muy destacados”.

Croacia venció en el debut 2 a 0 a Nigeria y dejó a Argentina en una difícil posición en el grupo. Un empate o una derrota albiceleste encenderá todas las alarmas. La selección austral necesita la victoria para llegar más tranquila al último partido del martes próximo ante los africanos. De lo contrario, el fantasma de la eliminación en primera ronda en el Mundial de Corea-Japón 2002 rondará en la cabeza de los argentinos.

“Argentina está en deuda más que nada con sí misma. Argentina no nos debe nada... Ya ver salir a la Celeste y Blanca es maravilloso, pero los propios jugadores tienen que mirar dentro de ellos y decir: ‘¿por qué estoy acá?, ¿qué estoy haciendo acá?’”, dijo el exastro Diego Maradona en su programa que emite la cadena Telesur.

A su vez, para Jorge Valdano, excampeón del mundo en México 86: “Messi hizo un partido más que decente en el debut del Mundial. Estuvo siempre perseguido por cuatro o cinco islandeses, hay fotos que parecen la caza de un ciervo. Hoy Messi es la solución y el problema es el equipo, que no está estructurado y no tiene demasiadas soluciones”. 

Croacia, una montaña rusa
En frente, Argentina se encontrará a un equipo que vive en un estado parecido a una montaña rusa. Por un lado, feliz por su buen estreno ante Nigeria con un fútbol sólido que sirvió para conseguir tres puntos después de ganar 2-0. Los tantos en propia meta de Oghenekaro Etebo y el gol de penalti de Luka Modric bastaron al cuadro balcánico para colocarse en el liderato del grupo D.

Pero no todo fue felicidad en Croacia. Después del choque saltó la polémica con la expulsión de la concentración de Nikola Kalinic, que se negó a entrar al campo en los últimos minutos. 

El técnico Zlatko Dalic decidió que su jugador iba a ser el último cambio, pero el atacante dijo “no”. En su lugar, entró Marko Pjaca y las imágenes que se pudieron ver después de Kalinic con el gesto serio son ya historia del Mundial. A los dos días, abandonó definitivamente la concentración. (I)