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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

¿Por qué Diego Armando Maradona es considerado un Dios?

¿Por qué Diego Armando Maradona es considerado un Dios?
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El fanatismo religioso que despierta el exfutbolista argentino Diego Armando Maradona. Sus debilidades como hombre no han podido derrotar su imagen como un ídolo sobrenatural.

Ninguna persona en el mundo del deporte, ha alcanzado el estatus al que siempre se lo asocio a Diego Armando Maradona, un Dios. Porque, además la única forma de comprenderlo al astro es a través de Dios y la fe.

Diego Maradona se convirtió en un ser mitológico cuando empezó a jugar en sus siete temporadas con el club Nápoli de Italia. Aquellos años condensan el auge y la caída, el ídolo y el hombre, y demuestran que ningún ser humano podría estar a la altura de semejante adoración por parte de las masas.

Si resulta demasiado fácil relacionar cualquier deporte con Dios, el fútbol es directamente la religión pagana de nuestro tiempo: en los cinco continentes es la que mas se respira desde niños, Maradona era solo un hombre (se dijo de él que era un gran jugador pero no una gran persona), pero durante esas siete temporadas en Nápoles al mundo entero se le olvidó y se lo alcanzo a llamar el mesías.

El mito se revelo fuertemente, en el mundial de México '86. Argentina se enfrentaba a Inglaterra, en donde gana Argentina con dos goles de el astro, dándole el paso a la semifinal a su equipo, representando un legado histórico hacer mágicamente un gol con la mano, "la mano de Dios" y el segundo gol, lo realiza tras una jugada de 60 metros, sacando de juego a cinco jugadores ingleses distintos , siendo nombrado "el gol del siglo" por la FIFA en 2002.

El inglés Gary Striker reconoció que estuvo a punto de aplaudir ese segundo gol en el césped en tierras mexicanas: "¡No había sentido algo así nunca, parecía imposible marcar un gol de ese modo! Es el mejor jugador de la historia con muchísima diferencia, es un fenómeno único e inigualable".

Por eso Nápoles resultó un hogar tan improbable para Maradona (el jugador más caro del mundo en dos ocasiones) como ideal para su figura: cuando jugaban en las ciudades prósperas del norte (Milán, Turín, Parma) los tifosi les recibían llamándoles guarros. El Nápoles era el perdedor rebelde, pero con Diego Maradona todo cambio.

El levanto el espíritu de sus compañeros en el Nápoles y de los napolitanos, que por fin encontraron en él algo de lo que estar orgullosos. Cuando le dio al Nápoles el primer Scudetto o campeonato de su historia, la fiesta en las calles duraron dos meses. Los napolitanos cantaban, todos los días; "Mamma, ¿por qué mi amor late así?, porque he visto a Maradona y estoy enamorado"

Maradona siguió con su magia y les dio otro Scudetto más al Nápoles, una copa Italia y una copa de la UEFA. Tenía a la afición tan de su lado que cuando Italia se enfrentó a Argentina en el mundial de Italia 90, pidió a sus hinchas que apoyasen a la selección Argentina.

Nápoles era una región con fuerte presencia de la mafia y Maradona acabó siendo un símbolo perfecto para que la policía local se colgase una medalla ante la opinión pública internacional.

Maradona era el encargado de hacer que los milagros ocurriesen y eso les daba a sus compañeros mucha seguridad. Por otro lado, el tamaño de su fama era tan enorme que absorbía toda la presión en nombre de sus compañeros. Uno dormía a pierna suelta la noche antes de un partido porque sabía que Diego conseguiría cosas que ningún otro jugador podría conseguir y además subconscientemente sabía que si perdíamos, Maradona asumiría todas las culpas. Explican sus compañeros de equipo.

Una de las cualidades que más admiraba el público era su generosidad: Él se trabajaba la guerrilla, por eso el paso de los años ha sido compasivo con Maradona, al que se percibe más como un enfermo en recuperación que como un delincuente o adicto crónico a las drogas.

El retiro de Maradona, luego de su paso por España y Argentina, traumatizó al pais, porque él había sido una compensación ante el sufrimiento social. Maradona les ofreció una salida para esa frustración colectiva, por eso es es una de las causales de su figura divina.

Su fútbol siguió fascinando a los aficionados: el espectador jamás comprende lo que está ocurriendo ni puede adivinar lo que va a ocurrir a continuación. Su capacidad para rotar el talón 360 grados, su visión del espacio y su control de todos los movimientos a su alrededor le convierten, según muchos expertos, en el mejor jugador de la historia del futbol mundial.

Esa superioridad técnica y espiritual lo llevó a no respetar las reglas dentro y fuera del estadio, hasta el punto de que su vida acabó siendo un espectáculo tan asombroso como su fútbol.

A Maradona no hay que comprenderlo, hay que sentirlo, y por eso, cuando presenciamos hechos inexplicables, solo podemos describirlos a través de Dios. (O)

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