Cuando se jugaba el minuto 90+1 del repechaje entre Trinidad y Tobago y Ecuador, la delantera Mónica Quinteros conectó de cabeza un centro por el costado izquierdo, que derivó en el gol de la clasificación de la Tricolor femenina al  Mundial que se jugará en territorio canadiense el próximo año.

La delantera del equipo 7 de Febrero relató en ese momento. “Fue emotivo y sabíamos que debíamos mantener el cero en nuestro arco, porque al final cualquiera podía ganar;fue un milagro del Señor”, comentó a su llegada al aeropuerto Mariscal Sucre, de Quito.

“No lo creo todavía, y no lo puedo describir. Ya queremos vestir el uniforme tricolor en Canadá, para poder explicarles a todos los ecuatorianos la sensación de disputar un Mundial”, agregó la futbolista, quien no disputó la Copa América de septiembre por inconvenientes en su trabajo.

Espera que, con esta clasificación mundialista, la primera de la ‘Tri’ femenina en su historia, las autoridades se preocupen más por ellas y puedan disputar un mayor número de partidos internacionales como preparación.

“La verdad es que casi nadie creyó en la ‘Tri’ femenina luego del empate que conseguimos en Quito, y allá (Puerto España) sería diferente, pero nunca hay que hablar antes de jugar”, enfatizó la goleadora. “Ahora todos se subieron a la camioneta, cuando ya se habían bajado de ella”, bromeó.

Shirley Berruz, portera del equipo dirigido por la estratega Vanessa Aráuz, se asustó cuando volteó y estuvo rodeada por más de 10 comunicadores, micrófonos y cámaras de video para conocer sus impresiones por la clasificación al Mundial de Canadá.

Gracias a 3 atajadas suyas durante el cotejo de vuelta en la capital trinitaria Puerto España, Ecuador pudo mantener vivas sus esperanzas hasta el tiempo de adición, cuando se materializó la victoria. “Recién ahora que veo a toda la prensa y gente que vino a vernos, siento la emoción por estar en el Mundial”, reveló.

Tras el cotejo, a pesar de la emoción inicial, el grupo lució tranquilo y se relajó en el mar y la piscina. “Ahora el objetivo ya se logró. No nos interesa contra quién nos toque en el sorteo del Mundial. Con trabajo y responsabilidad estamos listas para enfrentar a cualquiera”, aseveró con una sonrisa en su rostro.

Los parientes de las seleccionadas esperaron más de una hora y media a la delegación que salió de la terminal aérea capitalina cerca de las 00:30 de ayer. La familia de la zaguera Kerly Real fue una de las más entusiastas. Su madre y su hermana lucieron camisetas ‘tricolores’ y mostraban una gran bandera ecuatoriana que se la entregaron cuando finalmente pudieron abrazarla. “Gracias a mi familia pude llegar a este momento de gran felicidad para todos nosotros”, comentó Kerly, quien lució unos grandes lentes.

Otra futbolista que se sorprendió por el recibimiento en el aeropuerto de Tababela fue Margarita Barré, del club Galápagos. Para ella, el gol de último minuto de Quinteros fue extraño. “La clasificación se la logró con suspenso. No esperábamos que llegara ese gol; entre todas nos alentábamos para ir hacia adelante porque se acababa el partido. Los centros al área son una estrategia de la ‘profe’ Vane y por suerte nos resultó”, comentó la seleccionada. Para Barré, la preparación al Mundial será igual de dura que la clasificación. Ahora las jugadoras quedarán libres para disfrutar junto a sus familias las festividades de Navidad y Año Nuevo. Se volverán a reunir en 2015.