La justicia española suspende la huelga de futbolistas
La liga española podrá concluir normalmente después que este jueves la justicia española haya suspendido cautelarmente la huelga de futbolistas convocada a partir del sábado, considerando que habría impedido jugar las dos últimas jornadas y causado "un grave desorden organizativo".
La huelga, convocada por el sindicato de jugadores (AFE), "impediría concluir el campeonato" de Liga "en las fechas indicadas, lo que provocará un grave desorden organizativo, cuya resolución es muy difícil", según la decisión judicial hecho pública este jueves.
El tribunal, que deberá tomar una decisión sobre el fondo más adelante, menciona como obstáculos para recuperar esas jornadas los compromisos internacionales de España y de los clubes, las vacaciones de los jugadores, o la posibilidad de que la AFE ampliara la huelga.
Tras conocer la decisión judicial, la Federación Española de Fútbol (RFEF) también levantó el paro que había convocado en todas las categorías de este deporte a partir del sábado.
"Habrá fútbol", afirmó el presidente de la Liga (LFP), Javier Tebas, insistiendo en que se trata de "un día histórico" para el fútbol español por la aprobación de la venta centralizada de derechos de televisión.
"No sé si habrá acuerdo"
La suspensión de la huelga permitirá jugar las dos últimas jornadas ligueras y evitar dar ya por terminado el campeonato, cuando todavía está por decidir el título, que acaricia el Barcelona, y los equipos que descenderán a la Segunda División.
La decisión judicial llegó poco antes de que la LFP, que engloba a los clubes de Primera y Segunda División, la AFE y el Consejo Superior de Deportes (CSD) volvieran a reunirse con el fin de llegar a un acuerdo que permita desconvocar la huelga.
"No sé si habrá acuerdo", decía por la mañana Tebas, en una conferencia, aunque la víspera había admitido "avances" con los jugadores.
En el origen del conflicto figura la nueva venta centralizada de los derechos de televisión y su reparto, frente al modelo actual en el que cada club negociaba por separado con los operadores, lo que favorecía a los grandes como Barcelona o Real Madrid.
El gobierno aprobó a finales de abril un decreto reclamado por todo el sector del fútbol, que permitirá a la LFP negociar estos derechos, que supusieron unos ingresos de 800 millones en 2013-2014.
El ejecutivo y la LFP creen que con el nuevo decreto, los ingresos podrían llegar a los 1.000 millones.
"Distribución más equitativa"
Pero el reparto de estos ingresos no ha gustado a todos y así, la Federación de Fútbol (RFEF) decretó un paro, seguida por la AFE que anunciaba una huelga, ambos pidiendo un cambios en el decreto.
Según el auto judicial, los jugadores piden, entre otras medidas, "una distribución más equitativa de los ingresos provenientes de la venta centralizada" de los derechos televisivos, así como que se destine "directamente a favor" de la AFE "un porcentaje" de los mismos.
La RFEF, por su parte, se quejó el pasado 6 de mayo que parte del dinero de los derechos audiovisuales se utilizaría "para políticas deportivas (...) ajenas al fútbol" y que debe ceder parte del dinero que le corresponde directamente a las federaciones regionales.
El Congreso de los Diputados avaló este jueves el nuevo decreto, por lo que ahora cualquier acuerdo deberá hacerse por otras vías, como el convenio colectivo de los jugadores.
Para muchos especialistas, en el fondo del conflicto está la animadversión personal entre Tebas y Angel María Villar, presidente de la RFEF, desde hace 27 años, al que el presidente de la LFP acusa de comportarse como "un señor feudal".
"¿Qué hay detrás de todo eso? Hay pésimas relaciones personales, no pueden ser peores. Y un marco de regulación muy complejo", según Alberto Palomar, profesor de derecho especializado en deporte en la Universidad Carlos III de Madrid. (I)